Martín Aguilar
Durante un recorrido de verificación de los trabajos de reforzamiento a la línea dorada -luego de que el 3 de mayo del año pasado una parte del viaducto elevado se colapsara cobrando la vida de 26 personas- el funcionario agregó que, de acuerdo a su cronograma de trabajo, las labores concluirán en octubre próximo, pero después se tienen que hacer pruebas y llevar a cabo la evaluación de seguridad.
"Calculamos que en el último tercio de este año (la Línea 12) ya esté en operación, estamos haciendo todo, estamos trabajando con todos los equipos para que este año esté en operación", dijo el funcionario.
El 24 de junio, en conferencia de prensa matutina, el presidente Andrés Manuel López Obrador se comprometió a que en un año -a partir de esa fecha- la línea dorada estaría 100% operativa.
"Yo ya puedo decirle a la gente de Tláhuac y a la gente de Iztapalapa y de Chalco, los que utilizan ese sistema de transporte, que a más tardar en un año está funcionando de nuevo la línea, con toda la seguridad, y es mi palabra", pronunció en aquella ocasión.
Durante el recorrido de inspección, el secretario de obras recordó que todos los trabajos de rehabilitación los está pagando Grupo Carso, aunque dijo desconocer a cuánto ascenderá la rehabilitación total de la línea dorada.
A la fecha, de las 152 columnas que deberán reforzarse en los 6.7 kilómetros de tramo elevado, ya se han intervenido un total de 96 -66 con inyección de grietas y 30 con fibras de carbono-, todo ello en concordancia con las recomendaciones hechas por el Comité Técnico Asesor.
"Con este procedimiento se está incrementando en 40 por ciento la resistencia de las columnas de concreto del tramo elevado", subrayó Esteva.
Dado que se trabaja en dos frentes simultáneos, estimó que el reforzamiento de columnas concluirá a finales de junio próximo.
Las trabes metálicas que se colocarán en el tramo colapsado, informó el funcionario, estarían llegando en alrededor 5 semanas por lo que después de esta fecha ya se podrían ver obras físicas en la zona cero.
Por su parte, Javier Rodrigo González, de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) y quién encabeza un grupo de expertos que están revisando el tramo elevado, dijo que ya se han inspeccionado 80 de 258 claros y a la fecha se han identificado un total de 115 grietas.
El secretario de obras detalló que se había acordado que la revisión de los claros para buscar grietas fueran aleatorios, sin embargo, con los hallazgos de las primeras verificaciones se pidió que se hiciera la inspección del 100% de estos.
El riesgo de las grietas halladas está siendo evaluado por el Comité Técnico Asesor. De momento, explicó Esteva, se tiene conocimiento de que son reparables.
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