El oficio de la política tiene sus ventajas y desventajas; quienes la ejercen, recurren a todo tipo de estrategias para lograr objetivos de aceptación o popularidad.
Andrés Manuel López Obrador dio sistemáticos golpes mediáticos, como suspender la mega obra del aeropuerto que se perfilaba de talla mundial.
Otro que le garantiza popularidad y cercanía con el pueblo, fue la supuesta desaparición del Estado Mayor Presidencial.
Lo cierto es que el presidente y en este caso cambió a los del Estado Mayor Presidencial, por civiles, pero éstos fueron entrenados por los militares. La presidenta, no puede permanecer sin seguridad especializada como lo es la militar.
El uso de vuelos comerciales, también fueron habituales durante el sexenio pasado.
La presidenta Claudia Sheinbaum pretendió revivir esa estrategia, y viajó a Canadá en líneas comerciales.
Sin embargo, sus colaboradores calcularon mal los horarios, traslados y trasbordos.
El caso es que se le estropeó la inauguración del encuentro con los mandatarios de las principales economías del mundo.
Falta que la mandataria aclare si viajó sin seguridad, lo que se considera casi imposible. Con lo cual los gastos del viaje subieron en costos.
Al menos, en lo publicado del encuentro en Canadá, no se tuvo conocimiento que algún dignatario hubiese llegado en vuelo comercial o si escoltas.
La falta de oficio en el caso mexicano, llevó a cometer dislates en una gira internacional, que requería organización milimétrica para el lucimiento de la presidenta.
Esa era una tarea que los militares encargados de la seguridad del presidente en otras épocas, realizaban de manera impecable.
Las fallas de esa logística se magnificaron exponencialmente en las redes sociales, cuando todo pudo haberse evitado.
A ello se le suma la fallida reunión programada cara a cara con el presidente Donald Trump, con quien pudo haber zanjado la crisis de la relación bilateral.
En Palacio Nacional deben considerar el factor público y mediático, pues la mandataria es una figura que será observada todo el sexenio para bien o para mal.
Lo vertiginoso de las redes sociales pueden generar crisis de imagen en cuestión de minutos, a grado tal de convertirlas en acciones negativas sin retorno.
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