Martín Aguilar
A un mes de la explosión de una pipa de gas en el puente conocido como La Concordia, en Iztapalapa, autoridades de la Fiscalía General de Justicia (FGJ) de la Ciudad de México presentaron avances en la investigación del accidente con la realización de 273 dictámenes periciales, en tanto que la posición de especialistas en la materia, de acuerdo a los resultados preliminares, es que la causa de lo acontecido fue la falta de pericia en una curva por parte del conductor de la unidad accidentada que rebasó la velocidad permitida de 40 a 44 kilómetros por hora, lo que causó chocará con la barda de protección que provocó una rotura al tanque donde se trasladaba el combustible, con una titular del organismo autónomo, Bertha María Alcalde Lujan, que aseguró que se garantizará una reparación justa del daño para los que resultaron afectados.
En conferencia de prensa de más de una hora en la que se presentaron videos, gráficas y fotografías con las que se mostró lo que se ha hecho para aclarar lo acontecido y buscar se repare el daño, se considera que la causa es atribuible a la persona que conducía la unidad y que ocasionó 31 fallecidos, 59 lesionados, daños materiales a 44 personas y 52 vehículos afectados, con la aclaración de la Fiscal General de Justicia de la capital que en el lugar del siniestro no se encontró algún bache o desperfecto del asfalto que dañara al camión transportador y que, con el reporte otorgado no termina el trabajo en torno al caso y que se va a honrar la justicia real y reparación del daño.
Alcalde Luján al exponer que al chofer no se le pudo realizar un examen toxicológico por la condición de salud que presentaba y el tratamiento que se le dio antes de morir, dijo que éste había conducido por más de seis horas sin descansar e iba a una velocidad no permitida y no había en la zona del accidente un señalamiento del kilometraje por hora al que se tenía que ir, "sin embargo, existe la norma para esa vía secundaria y que no respetó".
El coordinador de Investigación Forense y Servicios Periciales de la fiscalía, Óscar Ochoa Orantes, fue el que confirmó que "el factor humano fue determinante" en el accidente del 10 de septiembre pasado que protagonizó una pipa de gas, a la vez que señaló que se trabaja con rigor científico y respeto a las víctimas para esclarecer responsabilidades, lo que fue ratificado por la propia titular de la FGJ capitalina quien expuso que debido a que el conductor falleció, la dependencia tratará de "acreditar alguna responsabilidad" a la empresa dueña de la unidad motriz.
Con base en lo dado a conocer, el lugar del suceso se encontraba en situaciones adecuadas, no había baches ni objetos que alteraran a la pipa, la cual, según lo analizado, estaba en buenas condiciones, con válvulas en estado adecuado.
Se informó con claridad por parte de Ochoa Orantes que el conductor perdió el control del vehículo, y se determinó que ingresó a 44 kilómetros por hora, lo que superó el límite en la zona. Luego el vehículo giró a la derecha, y chocó provocando una fuga de gas y después se arrastró el semirremolque y posteriormente vino la explosión.
Las autoridades difundieron que la explicación del accidente está dada desde tres factores: vía, el vehículo y el factor humano y al respecto, el coordinador de Investigación Forense indicó que la vía era adecuada, por lo que se descartó la existencia de algún objeto o bache que provocara el accidente.
"El vehículo afectado por el fuego fue estudiado con detenimiento, se determinó que no presentaba daños distintos a los ocasionados por el fuego. El conductor no tuvo la capacidad de mantener el vehículo dentro de la vía, siendo esta la causa principal del accidente", acotó.
A su vez, Víctor Garduño, perito en hechos de tránsito terrestres, presentó a través de distintas láminas un historial de velocidad de la pipa, previo al accidente, "se observa una velocidad máxima de 44 kilómetros por hora, ya dentro de la vía".
En torno al mismo tema, Leonardo Chávez Esteves, perito en Ingeniería Mecánica y Seguridad Industrial, indicó que derivado de la investigación se pudo determinar que "el conductor registró tres excesos de velocidad, el primero a 108 kilómetros por hora, el segundo a 100 y el último a una velocidad de 112".
Quedó establecido que la empresa no realizó ningún examen médico al chofer como lo determina la ley, tampoco descansó el conductor por lo menos 30 minutos al conducir por más de seis horas, lo cual va en contra de las normas vigentes.
Para la FGJ el conductor no contaba con los cursos necesarios para manejar este tipo de vehículos, lo que abona a la prevención de accidentes, pero en este caso se omitió.
Bertha Alcalde precisó que desde un inicio se designó personal para mantener contacto directo con las víctimas y sus familiares, así como darles acompañamiento integral por parte de las autoridades y, por lo que hace a montos de indemnización, expuso que se encuentran realizando la valuación del monto, debido a la especificidad de los casos.
La responsable de la FGJ delineó que desde el momento del accidente la fiscalía y diversas instituciones desplegaron todas sus capacidades humanas, técnicas y científicas para esclarecer los hechos.
"Aun mes esta fiscalía presenta resultados técnicos preliminares de cómo y por qué ocurrió el accidente. Este trabajo de reconstrucción técnica y científica garantiza que la investigación avance con rigor y respeto a las víctimas. La prioridad es la reparación integral para las víctimas y sus familias", aseveró.
Se dijo que el accidente ocurrió en una de las incorporaciones de la autopista México-Puebla y a las 7:32 horas la unidad siniestrada salió de Tuxpan, Veracruz, el vehículo estaba en buenas condiciones físicas, incluido el sistema de frenos y suspensión, además de que sus válvulas no presentaban daño alguno.
Con base a las indagatorias, la curva en la que se presentó el accidente a las 14:20 horas del 10 de septiembre era adecuada, no existían elementos en el arroyo vehicular.
De acuerdo con los registros federales respecto a la empresa, ésta no supervisó de manera adecuada la capacitación del operador, tampoco se establecieron jornadas laborales adecuadas porque en una anterior, el conductor trabajó 16 horas continuas, cuando la norma establece que solo pueden ser 14, tampoco tomó el descanso suficiente en una parada que hizo previo a su llegada a la Ciudad de México.
La insistencia de Alcalde Luján es que la fiscalía se enfocará en la reparación del daño, "entendemos que no existe ningún resultado penal que recupere lo que perdieron las víctimas en este terrible accidente, pero sí podemos garantizar una reparación justa, completa y humana que apoye a las familias para recuperar su proyecto de vida, trabajamos en la documentación para el cálculo de la indemnización para que este proceso sea ágil, transparente y acompañado por las instituciones".
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