Tras el primer debate chilango, y que quiso ir por lana y salió trasquilada en el debate del domingo, fue Clara Brugada, que intentó armar una ofensiva contra Santiago Taboada por el tema del cártel inmobiliario en Benito Juárez; recibió tres rejones del panista.
Todo el mundo sabía que Brugada sacaría lo de los negocios inmobiliarios panistas en la demarcación, por eso no sorprendió que Taboada fuera preparado no sólo para esquivar los golpes, sino para contraatacar de manera punzante.
De los señalamientos de la exalcaldesa en su contra, el candidato de la Alianza X la CDMX reiteró que nada le ha probado la Fiscalía de Justicia local, con todo y que violentó sus derechos al espiar sus comunicaciones personales y hasta las de su familia y allegados.
Y vino el primer rejón, al exhibir el folio real proporcionado por el Registro Público de la Propiedad sobre un inmueble que Clara compró en 339 pesos, lo cual se comprobó ayer, cuando la candidata oficialista tuvo que reconocer que la información es verdadera.
Eso sí, quiso justificar que, por un error involuntario, la información correcta no fue incluida correctamente en su declaración patrimonial; nadie le creyó.
El segundo rejón vino cuando Santiago presentó pruebas de que Brugada autorizó la venta de agua en pipas a una fábrica de hielo, lo cual es una afrenta a los habitantes de la alcaldía históricamente más seca de la capital.
De ese tema no contestó, lo cual amplió el caudal de sospechas acerca de que la exalcaldesa no se esforzó lo suficiente para buscar aliviar la sed de los ciudadanos del territorio político más grande de la ciudad.
Y el tercero, no menos punzante, fue acusarla de dejar como encargado de despacho en Iztapalapa a Raúl Basulto Luviano, socio de las principales empresas que construyeron las famosas utopías que tanto presume la exalcaldesa.
Tan no puede desmentir esta última información, que hoy Morena y sus aliados intentarán que Basulto Luviano deje de ser encargado para convertirse en el nuevo alcalde. Y es que se necesita lana para la campaña.
A Clarita le tiraron su falso discurso de honestidad y anticorrupción.
Tan mal le fue a la morenista, que Martí Batres le entró al quite tratando de desmentir algunos temas que manejó Taboada en el debate, como que la alcaldía Benito Juárez es la más segura del país; el jefe de Gobierno sustituto dijo que es más segura Milpa Alta.
A nadie importó, se trata de alguien que ni siquiera sabe contar manifestantes, menos habitantes de la zona rural menos poblada de la capital.
Por más bots que activaron asegurando que su candidata ganó el debate, hasta en su equipo había caras largas. Incluso después de que Claudia Sheinbaum subió un frío y escueto tuit felicitando a Clara.
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