El caprichito de Sandra Cuevas por imponer a Raúl Ortega como su sustituto ha ocasionado que la alcaldía Cuauhtémoc esté prácticamente desmantelada y que el Congreso de la CDMX haya sido demandado por violar la ley.
Apenas el 13 de marzo pasado, la Junta de Coordinación Política había aprobado a José Medina como alcalde sustituto, ante la separación de Cuevas para competir por el Senado. El elegido fue propuesto por Martí Batres en una terna, con el visto bueno de Claudia Sheinbaum.
Pero Sandra se aferraba a que Ortega fuera su sustituto y pidió ayuda a Adrián Rubalcava. Dicen que su pareja de reality habló directamente con Clara Brugada para cumplirle el capricho a su enamorada.
El jueves 14, día en que se votaría el dictamen aprobado en favor de Medina, Morena reventó la sesión para frenar los nombramientos de nuevos alcaldes, entre ellos el de Cuauhtémoc.
Contraviniendo la ley, que faculta al jefe de Gobierno proponer una vez ternas para cada alcaldía, pero sobre todo cuando la aprobación del dictamen ya estaba lista, la 4T utilizó su mayoría para elaborar un nuevo dictamen sin haberse votado el anterior, lo cual es ilegal.
Para que Clarita le pudiera cumplir a Rubalcava el caprichito de Sandra, tuvo que haber contado con la complicidad de su muchacha, Martha Ávila, en Donceles.
Por ello, Medina, quien se había desempeñado primero como director de Gobierno y después como jurídico en la alcaldía, impugnó la decisión ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, que está por dar su veredicto.
A ver si no le corrigen la plana al Congreso de la CDMX por andar violentando sus propias leyes, lo que sería vergonzoso.
Independientemente de la ruta legal, el capricho de Cuevas ha traído el desmantelamiento de la alcaldía, que opera sin siete directores en áreas vitales, en perjuicio de la población.
Y es que el alcalde se deshizo de los titulares de Servicios Urbanos, Seguridad Pública, Cultura, Recursos Humanos y Comunicación Social. Además, está la renuncia de Medina a la Dirección Jurídica, y el área de Gobierno, que Ortega ocupaba antes y que permanece acéfala.
En ninguna de las áreas hay encargado de despacho, pues el sustituto no tiene ninguna autoridad; es Cuevas quien sigue al mando, como lo demuestran las imágenes de la ilegal reunión a que convocó el lunes pasado en la propia alcaldía para regañar a todo el mundo.
Al interior del equipo se dice que la exalcaldesa pretende meter en los lugares acéfalos a perfiles que le garanticen los apoyos suficientes para su campaña al Senado, y también para las de sus cuates.
Es probable que Sheinbaum ni enterada esté de que le cambiaron la jugada en la Cuauhtémoc, pues está atendiendo cosas más importantes que las grillas de una alcaldía, por mucho que sea considerada el corazón de la CDMX.
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