Martín Aguilar
En 2023, más de 140,000 personas solicitaron asilo en México, -de los cuales cerca del 65% logra dicha solicitud- ubicándolo entre los cinco países con mayor número de nuevas solicitudes de asilo a nivel mundial.
Al mismo tiempo, recibió a cientos de miles de personas en tránsito hacia el norte y siete estados experimentaron un incremento en el desplazamiento interno.
En una conferencia de prensa, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) precisó que el año pasado, personas de más de 100 nacionalidades solicitaron asilo en el país. Haití fue el país con mayor representación con 31 por ciento; seguido de Honduras, con 30 por ciento; Cuba, con 13 por ciento; y Guatemala, El Salvador y Venezuela con 4 por ciento, respectivamente.
Casi la mitad de las solicitudes (42 por ciento) fueron presentadas por mujeres y 24 por ciento fueron niñas y niños, lo que demuestra una tendencia creciente en el número de solicitudes presentadas por grupos familiares y un aumento en las vulnerabilidades y necesidades.
El organismo internacional precisó que desde 2016, 35 mil personas refugiadas se han incorporado al mercado laboral formal y accedido a servicios básicos como educación y salud gracias al Programa de Integración Local, lo que no hubiera sido posible sin el apoyo de más de 600 empresas que se han sumado al proyecto.
Además, más de 3 mil niñas y niños solicitantes de asilo y refugiados recibieron apoyo y asesoría de ACNUR para acceder a la escuela y 120 estudiantes refugiados recibieron becas para la universidad.
En su informe de resultados 2023 "Esperanza de un nuevo hogar", ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, retoma datos de su reciente Monitoreo de Protección, en el que más de la mitad de las personas en movilidad señaló la violencia, la inseguridad y las amenazas como causas principales por las que abandonó su país de origen y 66 por ciento refirió que su vida, seguridad o libertad correría peligro si fuera devuelto a su país.
El documento da cuenta de que, con el apoyo de ACNUR, la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR) pudo hacer frente al aumento en las solicitudes de asilo, completar su transformación digital, cambiar el sistema de manejo de casos y cuadruplicar su capacidad de atención desde 2018, incrementando la tasa de reconocimiento de la condición de refugiado de 65% en 2022 a 69 por ciento en 2023.
Indica que las personas solicitantes de asilo han enfrentado algunos obstáculos para acceder a documentación, lo que deriva en limitaciones de acceso a servicios esenciales y en un aumento en los riesgos de protección como fraude y extorsión.
La terminación del Título 42 y la introducción de la aplicación digital CBP One en Estados Unidos llevó a extensos períodos de espera en la zona fronteriza del lado mexicano, donde las condiciones a menudo son precarias y las personas se exponen a mayores riesgos como robo, secuestro o extorsión.
El informe refiere que 2023, el incremento de personas en movilidad impactó directamente la capacidad de los albergues, dirigidos por organizaciones religiosas y de la sociedad civil, particularmente en la Ciudad de México y en ciudades del norte. Ante la labor crucial de estos espacios que muchas veces brindan atención integral, ACNUR ofreció su apoyo y asistencia a 89 de ellos.
Asimismo, ACNUR y una amplia red de socios legales en más de 30 ciudades facilitaron el acceso al proceso de asilo y atención esencial a través de 238,000 servicios, desde orientaciones hasta asesorías y representaciones legales.
Por solicitud de las autoridades mexicanas, ACNUR apoya en la respuesta y desarrollo de marcos normativos y de política pública para la protección de las personas desplazadas internas.
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