Martín Aguilar
El dirigente transportista del sindicato Confederación Joven de México, Juan Yavhe Luis Villaseca, fue ejecutado por un comando armado esta tarde en esta capital, junto con su esposa e hijo presuntamente de apenas dos años, así como un acompañante. Hasta el momento no hay un solo detenido.
El ataque armado provocó momentos de pánico y terror en la zona oriente de la capital oaxaqueña, mientras los seguidores del líder sindical asesinado iniciaron una serie de bloqueos en diversos puntos de la ciudad.
El ataque ocurrió cerca del Parque del Amor, una zona transitada y vigilada. Presuntos sicarios interceptaron una camioneta Ford Raptor azul y abrieron fuego con armas largas. Los disparos provocaron un choque múltiple y sembraron el pánico. Cuatro personas murieron. Un niño fue trasladado con vida al hospital, pero no resistió.
La escena fue brutal: cuerpos con múltiples impactos de bala dentro del vehículo, gritos de los testigos, calles bloqueadas y autoridades rebasadas.
Minutos después del ataque, cientos de transportistas —taxistas, mototaxistas y choferes de carga pesada— tomaron las calles en exigencia de justicia. Bloquearon puntos clave como el Periférico de Oaxaca y varios accesos al centro. La ciudad quedó paralizada por horas.
La Fiscalía General del Estado confirmó que no se trató de un enfrentamiento ni un accidente, fue una ejecución directa. Las víctimas no tuvieron oportunidad de defenderse. La camioneta quedó perforada por decenas de disparos.
"La agresión fue con armas de fuego y dirigida a los ocupantes del vehículo", dijo la Fiscalía en un comunicado. Entre las víctimas está el líder transportista Juan Yavhé Luis Villaseca, su esposa, su hijo menor de edad y un hombre más.
En algunos bloqueos hubo enfrentamientos verbales entre automovilistas y manifestantes. La Policía Estatal y Municipal llegó, pero no logró contener la protesta.
"Escuchamos las ráfagas, la gente corría, nadie sabía qué hacer", relató un testigo. "Fue una escena de guerra", dijo.
Aunque una de las líneas de investigación apunta a una disputa entre sindicatos rivales por el control del transporte y contratos públicos, también ha surgido otra versión, una posible traición desde dentro de la propia Confederación Joven.
Fuentes cercanas a la investigación señalan que miembros del sindicato habrían llegado antes que las autoridades al lugar del crimen y alteraron la escena. Se habla de evidencia manipulada y objetos movidos, lo que podría haber sido un intento deliberado por encubrir a los verdaderos responsables.
La Fiscalía investiga esta fractura interna, alimentada por pugnas de poder, tensiones personales y denuncias por el manejo de recursos. La ejecución podría haber sido un ajuste de cuentas desde dentro.
El gobierno estatal anunció un operativo con drones, cámaras de videovigilancia y participación de Guardia Nacional, Policía Estatal y Fiscalía. También informaron del aseguramiento de una camioneta relacionada con los hechos.
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