Rebeca Marín
El gobierno federal de Claudia Sheinbaum Pardo acumuló un déficit fiscal de 572 mil 921.5 millones de pesos entre enero y julio de este año, de acuerdo con cifras de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
Este déficit fiscal, que se da cuando el gobierno gasta más de los ingresos que obtiene, fue inferior a lo programado para dicho periodo, pues se esperaba un monto de 780 mil 536.4 millones de pesos.
Según la SHCP, en el periodo de referencia los ingresos públicos del país crecieron un 3.3 por ciento anual en términos reales con 4.76 billones de pesos. De este monto, el 69 por ciento provino del cobro de impuestos por parte del Servicio de Administración Tributaria (SAT).
Sin embargo, el gasto del gobierno ascendió a 5.33 billones de pesos, cifra inferior en 3.3 por ciento real respecto al mismo lapso de 2024.
Desde el inicio de su administración, Sheinbaum Pardo ha reiterado que no impulsará una reforma fiscal durante los primeros años de su gobierno, aun cuando las presiones sobre el gasto público y las finanzas del país se han intensificado.
El compromiso de la presidenta es mantener la estabilidad económica sin recurrir a un cambio estructural en impuestos, a diferencia de lo que han recomendado organismos internacionales y diversos analistas.
El reto es considerable, pues el gasto en pensiones y programas sociales seguirá creciendo en los próximos años, al tiempo que se reducen los ingresos petroleros y se incrementa la necesidad de recursos para infraestructura.
A pesar de este panorama, la estrategia oficial se ha centrado en la eficiencia recaudatoria y en reforzar los mecanismos de fiscalización, en lugar de ampliar la base tributaria o crear nuevos gravámenes, tal y como sucedió en el sexenio anterior de Andrés Manuel López Obrador.
Quizás veamos una fiscalización más fuerte en las empresas para así recaudar un poco más de recursos y librar la situación actual sin una reforma fiscal. Podría haber un presupuesto bastante ajustado, pero nada espectacular, Marco Oviedo, economista y estratega para América Latina en XP Investments
De cara a la presentación del Paquete Económico 2026, que se dará a conocer el próximo 8 de septiembre, analistas consultados por El Sol de México resaltaron la necesidad de realizar una reforma fiscal para no seguir comprometiendo la estabilidad de las finanzas públicas en los próximos años.
"Quizás veamos una fiscalización más fuerte en las empresas para así recaudar un poco más de recursos y librar la situación actual sin una reforma fiscal. Podría haber un presupuesto bastante ajustado, pero nada espectacular", dijo Marco Oviedo, economista y estratega para América Latina en XP Investments.
El especialista destacó que, bajo el panorama actual, se prevé que el gasto del gobierno federal siga presionado por los recursos para pagar las pensiones y programas sociales. Por el lado de los ingresos públicos, dijo que estos dependen de los estimados de crecimiento que pueda tener la SHCP.
En ese sentido, Oviedo consideró que la dependencia a cargo de Édgar Amador Zamora podría proyectar un Producto Interno Bruto (PIB) de 2.5 por ciento, aunque, dadas las condiciones económicas, el país podría crecer a un nivel de sólo dos por ciento.
"El problema es que la inversión pública seguirá detenida. El desafío es invertir más en México, pero no creo que sea el caso para el próximo año", subrayó Oviedo.
A finales de julio, el subsecretario de ingresos de la SHCP, Carlos Lerma, descartó que durante la administración de Claudia Sheinbaum Pardo se vaya a realizar una reforma fiscal, ante la expectativa de mejores ingresos.
De acuerdo con el funcionario, el gobierno aún tiene espacio para obtener mayores ingresos a través de las aduanas y mediante la agencia de innovación digital.
Por su parte, la subsecretaria de egresos, Bertha Gómez, justificó que el gobierno no está recortando el gasto para cumplir con la consolidación fiscal, sino únicamente "adecuando" los recursos autorizados por el Congreso de la Unión para este año
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