Coordenadas Políticas/Martín Aguilar/No hay ciego que el que no quiere ver

Si en Morena estaban preocupados por la posibilidad de perder la Ciudad de México, su nerviosismo empieza a extenderse, pues cada vez más mexicanos creen que las encuestas en las que el oficialismo basa sus triunfos tienen más hoyos que un queso gruyere.

 

Nadie puede asegurar que la marcha de la Marea Rosa cambió el ánimo electoral, pero ahora los ciudadanos piensan que no es imposible derrotar a la 4T, y la percepción del sí se puede va creciendo.

 

Porque, si bien las proyecciones apuntan a que Claudia Sheinbaum ganaría, los analistas señalan que esas estimaciones están basadas en los resultados de las encuestas, pero que no toman en cuenta datos muy relevantes.

 

Es claro que existe un voto escondido muy amplio. Y no solamente entre la ciudadanía, sino también entre los propios morenistas, que no están del todo contentos con lo que su partido les ha hecho, como desplazarlos para darles su lugar a expriistas y panistas.

 

A la 4T le urge motivar el voto guinda y desincentivar el voto ciudadano, pues está documentado que —excepto en las dictaduras—, cuando la gente vota masivamente, regularmente lo hace en contra del gobierno.

 

Así llegó Vicente Fox en 2000; López Obrador estuvo a nada en 2006, pero su soberbia lo perdió. En 2012 ganó Enrique Peña y en 2018 el hoy Presidente triunfó por el voto abrumador de los electores.

 

Los ciudadanos tienen cada vez más claro que si todos salen a votar, pueden derrotar al oficialismo. Pero no sólo los ciudadanos lo entienden; el propio Presidente lo tiene claro y por eso se mete cada vez más en el proceso.

 

Se afina una elección de Estado, pero el gobierno no podrá concretar el fraude si hay una votación copiosa, pues la gente defendería el triunfo. Aquí es donde MC juega un papel importante para Morena, pues impide que la oposición pueda ganar por un margen más amplio.

 

Si hay traidores a la patria, como afirma López Obrador, ésos serían los fosfo, que juegan como esquiroles del oficialismo. La gente lo tiene claro, por lo que el voto útil puede crecer.

 

Pero un dato que no ha sido lo suficientemente explorado en las encuestas, es que Andrés Manuel es un Presidente con una popularidad relativamente buena, pero la mayoría reprueba su gobierno.

 

Es decir, él sale arriba del 50% de aprobación, pero los mexicanos reprueban sus políticas en seguridad, educación, salud y corrupción, por ejemplo. ¿Entonces por qué votar por la 4T si es tan mal gobierno?

 

La razón es que a López Obrador lo miden distinto que a Morena. Podrán reprobar al partido oficial, al gabinete y a los corruptos del régimen, pero todos justifican al Presidente, que no va a estar en la boleta.

 

Por eso todos los días se mete en el proceso, pues quiere ser candidato sin estar en la boleta, a fin de heredar su popularidad a su candidata, cosa muy difícil de lograr, y eso los aterra.

 

La gente cada vez está más convencida de que si sale a votar, Xóchitl Gálvez será Presidenta y Santiago Taboada jefe de Gobierno. 


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