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martes, 14 de octubre de 2025

Coordenadas Políticas/Martín Aguilar/El poder corrompe

Las aristas de los informes de gobierno se prestan para confirmar o recrear escenarios futuristas.

 

Aquí se confirma con creces la célebre frase del ideólogo Jesús Reyes Heroles: "en política la forma es fondo".

 

Y así es y así ha sido. La semana pasada, la presidenta Claudia Sheinbaum subió al templete a la jefa de gobierno, Clara Brugada.

 

Eso sucedió ante la plana mayor de la clase gobernante guinda. Hubo varios mensajes para descifrar los jaloneos internos, las presiones, tensiones y traiciones.

 

Este domingo la jefa de gobierno tuvo su evento para ella sola, al acudir al Congreso de la Ciudad de México a rendir cuentas de su Primer Informe de Gobierno.

 

Un ambiente y un estilo distinto. Con un protocolo, que le faltó para serlo en toda la extensión de la palabra.

 

Brugada caminó desde el congestionado Eje Central, sobre la Calle de Donceles, hasta el cruce con Allende.

 

El frontispicio del recinto parlamentario alberga aún el nombre de la Cámara de Diputados. Hoy es el Congreso de la Ciudad de México.

 

La expectativa era si asistiría la presidenta Sheinbaum al informe de la jefa de gobierno. Las apuestas indicaban desde el principio que no acudiría.

 

Y así sucedió. En su representación, la mandataria envió al secretario del Trabajo, Marath Baruch Bolaños López. No llamó la atención. Pasó desapercibido.

 

¿Esto qué significa? ¿Esa es la importancia que Sheinbaum le otorga a la jefa de gobierno en tan relevante evento?

 

Más aún, al evento Republicano de la capital, sólo asistieron dos gobernadores: del Estado de México, Delfina Gómez y de Durango, Esteban Villegas Villarreal.

 

Llamó la atención que no asistieron los coordinadores de Morena en la Cámara de Diputados, Ricardo Monreal Ávila y del Senado, Adán Augusto López Hernández.

 

Pero si llegó el polémico senador, Gerardo Fernández Noroña y el no menos ruidoso diputado federal, Pedro Haces Barba, quien no se movió ni un centímetro de la corraleta que usualmente usan los asesores del PRI.

 

En el exterior, destacaron los acarreados del alcalde de Gustavo A. Madero, Janecarlo Lozano, quienes sólo arengaron el lugar de su demarcación. Las porras para la jefa de gobierno, no estuvieron incluidas en su repertorio.

 

Sucedió lo mismo con la porra del diputado federal de Morena, Víctor Hugo Lobo Román. Los asistentes solo lanzaban arengas a favor de Lobo. De Brugada, ni se acordaron.

 

No hubo más porras, ni banderolas como las de Janecarlo y Lobo -por cierto, acérrimos enemigos-, que se disputaron desde a madrugada la esquina de Donceles y Allende.

 

Más allá de los discursos, esas fueron las estampas vividas ayer. Tal vez el mensaje de regreso, fue el que no habrá nepotismo.

 

Incluso, la jefa de gobierno dio la impresión de presumir que en la Ciudad y en su gobierno, no existe una burocracia dorada. Ella dijo que usa su auto con el que llegó al cargo.

 

El PAN en su papel de oposición, abandonó sigiloso el salón de plenos, en protesta por los dos señalamientos al cártel inmobiliario.

 

Se enojaron y fueron a ofrecer conferencia de prensa, junto con su presidenta en la ciudad, Luisa Gutiérrez Ureña.

 

Eso privó ayer en el Congreso de la Ciudad de México. 

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