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domingo, 26 de octubre de 2025

El Día de Muertos, una tradición viva que impulsa la economía y la identidad mexicana

Rebeca Marín

 

El Día de Muertos es una de las celebraciones más profundas y representativas de México. Cada 1 y 2 de noviembre, los hogares del país se llenan de color, aromas y recuerdos para rendir homenaje a los seres queridos que han partido. Altares, flores de cempasúchil, veladoras y platillos tradicionales conforman esta costumbre reconocida por la UNESCO como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

 

De acuerdo con una encuesta del Gabinete de Comunicación Estratégica, esta es la tradición más importante para los mexicanos, ya que solo el 26.4% no participa en las actividades de conmemoración. La colocación de la ofrenda familiar es el elemento más representativo, aunque también destacan las visitas a panteones, las calaveritas de azúcar o chocolate, el pan de muerto y los adornos de papel picado que llenan de vida los hogares y espacios públicos.

 

Más allá del simbolismo, esta tradición también tiene un peso económico relevante. En 2021, la derrama económica total fue de 4 mil 826 millones de pesos, y para 2025, el gasto promedio por familia se calcula entre 1,680 y 1,809 pesos, un aumento del 26% respecto al año anterior debido a la inflación y a la recuperación económica.

 

En la Ciudad de México, se estima que el 87% de los hogares instala una ofrenda, lo que impulsa la actividad comercial en mercados, florerías, panaderías y tiendas locales. Los costos incluyen desde los ramos de cempasúchil (entre 100 y 350 pesos), veladoras (15 a 50 pesos cada una), pan de muerto (40 a 90 pesos por pieza) y calaveritas de azúcar o chocolate (25 a 60 pesos), hasta alimentos como mole, frutas y tamales.

 

Un desglose promedio del gasto por altar muestra:

 

• Alimentos tradicionales (frutas, mole, tamales): 486 pesos

 

• Tequila o bebidas: 300 pesos

 

• Veladoras: 200 pesos

 

• Flores: 300 pesos

 

• Calaveritas: 30 pesos

 

• Pan de muerto: 22 pesos

 

• Adornos y papel picado: 430 pesos

 

A esto se suman gastos adicionales por limpieza y traslado a panteones, que van de 200 a 700 pesos.

 

Pero más allá de los números, el Día de Muertos es una fecha que mueve emociones, recuerdos y comunidad. En el Mercado de Jamaica, por ejemplo, Laura Hernández, comerciante de flores desde hace más de 20 años, comenta:

 

"Desde mediados de octubre empieza el movimiento. La gente viene con sus hijos a escoger las flores, a buscar el cempasúchil más fresco. Para nosotros también es una forma de recordar a los nuestros; trabajamos entre aromas y colores que nos conectan con quienes ya se fueron".

 

En la colonia Portales, Ricardo Gómez, de 42 años, arma cada año su altar con la ayuda de sus hijos:

 

"Mi mamá nos enseñó que poner la ofrenda es una forma de tener cerca a quienes amamos. No importa si tenemos mucho o poco, siempre hay un espacio para ellos. Este año gastamos más, pero vale la pena; es nuestra manera de mantener viva la tradición".

 

Por su parte, Martha Ruiz, vecina de la alcaldía Coyoacán, explica que el costo de los productos ha subido, pero eso no ha frenado su entusiasmo:

 

De acuerdo con datos del INEGI, en los primeros tres meses de 2025 se registraron 211 mil defunciones, principalmente por enfermedades del corazón, diabetes y cáncer; mientras que la violencia dejó 18 mil 407 víctimas de homicidio doloso en los primeros nueve meses del año. Para muchas familias, el altar también representa una forma de afrontar la pérdida y celebrar la vida.

 

El Día de Muertos no solo es una fiesta, sino un reflejo del alma mexicana: una mezcla de espiritualidad, arte popular y resistencia cultural que transforma el duelo en una celebración llena de color, música y memoria.

 

Porque en México, la muerte no se esconde: se adorna, se canta y se recuerda. 


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