Rebeca Marín
Las últimas semanas el territorio mexicano ha sido azotado por fuertes olas de calor que prácticamente en todos los estados del país han provocado altas temperaturas del al menos 30 grados en la mayoría de ciudades y municipios, lo que ha dejado problemas de diferentes índoles, desde escasez de agua hasta incluso, alza en el precio del huevo.
Millones de mexicanos han sufrido cómo el huevo ha aumentado rápidamente su precio en las recientes semanas, subiendo de los 35 pesos que venía costando en promedio, hasta los casi 60 pesos que actualmente vale en supermercados y tiendas de abarrotes.
En el sector avícola es conocido año con año las repercusiones que el calor deja entre las gallinas, esto debido al estrés que les ocasiona y que provoca que sus huevos, sean puestos en los corrales con cáscaras demasiado delgadas, mismas que no suelen soportar el proceso en el cual son empaquetados y terminan por romperse en su gran mayoría.
Ante dicho imprevisto, los productores deben tomar serias medidas como someter a las aves a constantes revisiones de temperaturas para evitar que su cuerpo, sumado al calor del ambiente y el factor humedad, rebase una media de 106.7 grados centígrados.
Es decir, las gallinas normalmente tienen una temperatura interna de entre 40 grados hasta 41.66, es decir, si llegan a los 43.3 y hasta los 45.6, su vida corre peligro debido a la suma también de la humedad en el ambiente, que normalmente suma entre 4 y 10 grados centígrados a la temperatura que marcan los termómetros, por lo que dichos cuidados extensivos significan mayor gasto para los productores, repercutiendo directamente en el precio del huevo al mercado.
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