La Iglesia Católica reprueba la aprobación de López Gatell ante la OMS

Martín Aguilar

 

Cualquier tensión entre Claudia Sheinbaum y Hugo López Gatell, subsecretario de Salud en el sexenio de Andrés Manuel López Obrador fue superada o no existió, considera el Centro Católico Multimedial, al señalar que denota la designación del principal gestor de la pandemia en México como representante del país ante la Organización Mundial de la Salud con sede en Ginebra.

 

El organismo católico expuso que un premio que parece olvidar o desvanecer cualquier desavenencia y que, con el tiempo, reveló la catastrófica gestión de la pandemia que, en cifras, tuvo como saldo más de 800 mil vidas.

 

El responsable tiene nombre y apellidos. Protegido del presidente de México y tenido como un médico de alto nivel en las esferas "cuatroteras".

 

En el editorial titulado "Vida al doctor muerte", señala que su designación, como facultad presidencial que no pasa por la aprobación del Senado, levanta polémicas e indignación.

 

Especialmente del grupo de especialistas de la Comisión Independiente de Investigación sobre la Pandemia de Covid-19 en México que publicaron el extenso informe "Aprender para no repetir", cuyas conclusiones no dan lugar a dudas: Desde la subsecretaría de Salud, la pandemia tuvo consecuencias más que devastadoras.

 

El CCM resaltó que al hacer sus maletas para vivir como sibarita de la salud, López Gatell llevará en su conciencia, si es que la tiene, cómo subestimó la gravedad del Covid-19, declarando que era una enfermedad de "baja virulencia", equivalente a una gripe, retrasando medidas preventivas estrictas.

 

Recordó que pesa sobre él su indecente augurio de que 60 mil muertes sería el "escenario catastrófico", cuando México superó las 300 mil muertes confirmadas con estimaciones de hasta 800 mil en exceso, de las cuales 300 mil se consideran evitables debido a errores de gestión.

 

En el historial, de ese 'notable' epidemiólogo, queda la mancha de la mayor cantidad de muertes de personal de salud en América con 4 mil 843 fallecidos y la tremenda acusación de ocultar la magnitud real de los contagios y muertes, reportando cifras oficiales significativamente menores a las estimaciones de exceso de mortalidad.

 

Sin embargo, estos contrastes no pueden dejar de lado que, en los momentos más difíciles de la pandemia, se dieron notables diferencias entre el gobierno de Sheinbaum y las ocurrencias de López Gatell.

 

De estos destaca la defensa del doctor consentido de AMLO del modelo nacional 'Centinela' y el semáforo a diferencia de la aplicación masiva de pruebas covid en la capital del país que no fue respaldado desde el ámbito federal.

 

En su momento, la Iglesia católica mexicana dio una severa y dura reflexión sobre el manejo de la pandemia, reflejada en el mensaje al pueblo de Dios por la 109 asamblea de la Conferencia del Episcopado Mexicano y señalaba la difícil realidad en ese noviembre de 2020.

 

"Después de varios meses de prueba, parecía que había pasado lo más grave de la crisis, que habíamos tocado fondo y que volvíamos a nueva realidad; sin embargo, cada día aumentan los contagios y las muertes:

 

Son amigos, familiares, fieles, en muchos casos personas que tenían una responsabilidad familiar, social o pastoral… acentuada por la pandemia del Covid-19, que llegó de manera inesperada, mostrando la fragilidad de las estructuras del país…"

 

Esa fragilidad tuvo nombres y apellidos. Tras la pandemia, Informes como el de la Comisión de científicos nos dan luces de este desastre, uno de los peores a nivel institucional en el que, por esos errores, pagaron con la vida miles de mexicanos, millones más viven con secuelas que permanecerán por el resto de sus vida y que destapó la cloaca de un sistema de salud ineficiente, costoso y muy deprimido. 

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