Familias que han recuperado a sus seres queridos de la Fosa Común piden que más cuerpos sean reconocidos y recuperados

Martín Aguilar

 

Los restos de Gerardo Saldívar permanecieron un año y tres meses en el hoyo número 1-12 de la Fosa Común del Panteón Civil de Dolores, en la alcaldía Miguel Hidalgo. Sin embargo, a través de los esfuerzos y trabajos de búsqueda y localización de sus hermanos Valeria y Adolfo, en julio de este año, su cuerpo pudo ser recuperado.

 

Y pese a que la familia ya cerró su ciclo con la fosa, este sábado acudieron al lugar de exhumación para dejar flores a las decenas de cuerpos que aún no han sido reconocidos y que por muchos meses acompañaron al de su hermano. 

 

"Venimos a dejar flores y una veladora para todos aquellos que estuvieron aquí con mi hermano. Queremos que todos ellos regresen con sus familias. Sabemos que el sistema jurídico que tenemos en la Ciudad de México para la recuperación de cuerpos es muy tedioso, es muy complicado. Pero pedimos que la historia de mi hermano no se repita", relató Valeria.

 

Gerardo, quien tenía poco más de 40 años al momento de su muerte, llevaba un tiempo viviendo en la calle. Su familia ya tenía ubicado los puntos de las alcaldías Álvaro Obregón, Cuajimalpa y hasta Cuauhtémoc, donde él acostumbraba estar con algunas comunidades callejeras.

 

Y aunque su familia no quiso que relatar los motivos por los que él terminó viviendo en la calle, la titular de la Unidad de Identificación Humana y Búsqueda de Familias de la ciudad, Geraldine Moreno, explicó que muchos de los cuerpos sin identificar que terminan en la Fosa Común o en el Incifo, corresponde a personas que vivieron en situación de calle, derivado de problemas con el alcohol o drogas.

 

"Cada familia tiene su complejidad, la mayoría de los casos son de personas en situación de calle, con adicciones, entonces la mayoría de personas tienen familia, hay otras que lamentablemente no porque a lo mejor sus familiares fallecieron antes, pero la mayoría tienen un problema de drogadicción, de alcoholismo o alguna complejidad de esas", dijo Moreno.

 

Gerardo Saldívar fue reportado como desaparecido en enero del 2024, debido a que su familia, originaria de la alcaldía Cuajimalpa, dejó de verlo en los puntos que ya tenían identificados.

 

Levantaron un reporte al Locatel, luego a la Fiscalia de Personas Desaparecidas con el objetivo de abrir una investigación. Y posteriormente comenzaron a revisar hospitales, albergues, y las calles de la ciudad. Fue hasta enero del 2025, un año después de la desaparición de Gerardo, que llegaron al Instituto de Ciencias Forenses de la ciudad (Incifo) en donde encontraron un expediente con fotografías que tenían los tatuajes de él.

 

"Era un expediente sin nombre. Había huellas, fotografías de sus tatuajes, por eso pudimos identificarlo", relató Valeria.

 

Según el expediente, Gerardo llegó al Incifo, luego de haber muerto a mediados de abril del 2024 en los límites del poniente de la ciudad con el Estado de México. Y posteriormente el 2 de mayo de ese año, fue llevado en calidad de desconocido a la Fosa Común de Dolores.

 

"En el Incifo ya no estaba, pero sí estaba su expediente. De ahí empezamos un proceso de casi siete meses para poder sacarlo de la fosa", explicó Valeria.

 

Sin embargo, reconoció que no hubieran podido dar con el paradero de Gerardo, sin el apoyo de Israel Cancino,sepulturero y encargado de la fosa común.


"El señor Israel conoce y recuerda perfectamente los cuerpos que llegan aquí. Él nos guió sobre todos los procesos que debíamos hacer para poder recuperar a mi hermano. Ni siquiera un Ministerio Público está tan capacitado como Israel Cancino, y sin él no hubiéramos podido llegar a mi hermano. Ojalá eso lo sepa la gente, que nadie conoce mejor la fosa que él", reconoció Valeria.

Share on Google Plus

About .

    Blogger Comment
    Facebook Comment

0 comments:

Publicar un comentario