La 4T y las víctimas

La 4T y las víctimas

Nadie puede decir que este gobierno no ha tenido la sensibilidad de atender los reclamos de las víctimas de graves violaciones a los derechos humanos. Como en ninguna otra administración, la 4T se ha acercado a las víctimas directas o indirectas de las políticas equívocas de sexenios anteriores. En este esfuerzo, las y los funcionarios de la Secretaría de Gobernación han sido pieza fundamental.
En marzo del año pasado, la Secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, en representación del Estado mexicano ofreció disculpas a los familiares y amigos de Jorge Antonio Mercado Alonso y Javier Francisco Arredondo Verdugo, jóvenes estudiantes de excelencia del Tecnológico de Monterrey, quienes fueron asesinados el 19 de marzo de 2010, por miembros del Ejército, al interior de las instalaciones educativas por el daño a la imagen, el honor y la buena fama de derivadas de las falsas imputaciones por diversas autoridades del Estado mexicano, y por la alteración de la escena de los hechos.
Posteriormente, en septiembre del mismo año, la misma Secretaria ofreció una disculpa pública a la señora Martha Camacho por la transgresión a sus derechos en el marco de las violaciones graves, generalizadas y sistemáticas a derechos humanos ocurridas en un contexto de violencia política en el pasado, en el periodo llamado Guerra Sucia.
A pesar de que el reconocimiento de estas graves violaciones a derechos humanos no se había dado en sexenios anteriores, el actual gobierno no se ha quedado ahí. Muy por el contrario, gran parte de los esfuerzos y recursos de esta administración han ido a la búsqueda de las personas desaparecidas, a la reparación integral del daño de víctimas directas y familiares y a propiciar el conocimiento de lo ocurrido para encontrar justicia. Esta tarea no resulta fácil en un contexto en el que hay miles de víctimas directas e indirectas.
Un aspecto crucial en la atención del problema ha sido el mantenimiento de la gobernabilidad del país a través del arte de la política. En esta tarea, el subsecretario de gobernación Ricardo Peralta ha tenido un destacado desempeño. No es exagerado mencionar que los adversarios de López Obrador apostaban por el desmoronamiento de la federación y el desbordamiento del conflicto. Sin embargo, unas veces recio y otras suave, Peralta ha conseguido mantener el delicado equilibrio en nuestra sociedad tan compleja como las hay.
Los párrafos anteriores sustentan que el señalamiento al actual subsecretario de gobierno por sus manifestaciones en relación a quienes buscan el resquebrajamiento de la gobernabilidad del país y no a quienes han sufrido el dolor del conflicto en carne propia, son infundadas. Desafortunadamente, los enemigos de la paz duradera siguen haciendo olas, tergiversando dichos y sacando de contexto las manifestaciones legítimas de quienes están apostando sus carreras por lograr un México en el que nuestros hijas e hijos puedan vivir en paz. Abramos los ojos y oídos y sumemos a la verdadera transformación de nuestro país.
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