Rediseño del espacio aéreo afecta a cinco aeropuertos

Rebeca Marín

El gobierno federal recortó gastos en áreas sensibles del sistema aeroportuario para pagar la reconfiguración del espacio aéreo metropolitano y darle viabilidad al Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA).

 

Oficios de Servicios a la Navegación en el Espacio Aéreo Mexicano (Seneam) enviados en 2020 a la Subsecretaría de Egresos de la Secretaría de Hacienda, revelan que aunque existe la necesidad de sustituir sistemas de radioayudas a la navegación mediante el cambio de equipamiento con más de 15 años de operación continua, lo que permitiría mantener las operaciones de aproximación, despegue y en ruta de las aeronaves con altos estándares de seguridad en los aeropuertos de Pachuca, Loreto, Monclova, San José del Cabo y Tuxtla Gutiérrez, como lo establece la normatividad nacional e internacional, esto no ha sido posible por "la falta de recursos y a los tiempos para llevar a cabo el proceso de adjudicación".

 

El documento de Seneam con fecha del 14 de octubre de 2020, firmado por Rubén Campos, en ausencia de la encargada de la dirección general adjunta de Finanzas del organismo, Ana Luisa Espinosa Noriega, subraya: "Debido a que en el PEF [Presupuesto de Egresos de la Federación] únicamente fueron asignados recursos para el proyecto denominado Reestructuración de Espacios Aéreos, además derivado de las disposiciones para la reducción del presupuesto a 75% y a las medidas de austeridad, se tiene una nula probabilidad de obtener recursos para la adquisición en este año, razón por la que se propone recalendarizar al ejercicio 2021".

 

Sin embargo, al cierre de 2021 el avance físico del proyecto de inversión es de 0%, por lo que sigue pendiente la adquisición de Sistemas de Radiofaro Omnidireccional de Muy Alta Frecuencia y Equipo Medidor de Distancia (VOR-DME) y de Sistema de Aterrizaje por Instrumentos (ILS) y equipo medidor de distancia (IDME) para ILS, a efecto de sustituir los actuales.

 

Estos equipos se utilizan para que las aeronaves aterricen en las pistas de los aeropuertos utilizando la indicación de los instrumentos del avión que siguen una señal electrónica generada por las radioayudas. El costo total del proyecto se calculó en 475 millones de pesos, incluyendo gastos de operación y mantenimiento por un periodo de 15 años.

 

Lo mismo sucedió con el proyecto de modernización del sistema de procesamiento de datos radar y plan de vuelo (Topsky Monterrey), que requería 244 millones de pesos.

 

El proyecto tiene como fin proporcionar seguridad a todas las operaciones aéreas que se desarrollan entre Sonora, Chihuahua, Durango, Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas, el norte de San Luis Potosí y Zacatecas, a lo largo de la frontera con Estados Unidos y una extensión de 200 millas náuticas dentro del Golfo de México por medio del sistema de procesamiento de los datos de los sistemas de radar y su visualización en las pantallas dispuestas para estos fines en el Centro de Control de Monterrey.

 

El 25 de septiembre de 2019 se autorizó el registro del proyecto; "sin embargo, no se ha podido realizar la adquisición por dos razones: falta de asignación de recursos en 2019 y 2020 y tiempo insuficiente para llevar a cabo el proceso de adjudicación en 2019 considerando las fechas de cierre presupuestal".

 

El oficio, elaborado por Ana Luisa Espinosa, encargada de la Dirección General Adjunta Técnica del Seneam con fecha del 10 de julio de 2020, reveló que "la forma de financiamiento del gasto operativo e inversión en los últimos años ha sido mediante la obtención de ingresos excedentes por el uso, goce o aprovechamiento del Espacio Aéreo Mexicano, los cuales no se han generado a partir de febrero de este año [2020] derivado de la situación económica global y del sector generada por la pandemia". 


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