La reaparición pública del ex presidente Felipe Calderón, prendió las redes sociales en un santiamén.
Desde el momento en que sucedió el relanzamiento de Acción Nacional, su ex presidente hace 30 años, alzó la voz.
Calderón –un reconocido operador al interior de su partido- declaró que volvería a la vida activa partidista, si el PAN se presenta nítido.
Además dejó en claro que el partido azul, no debe cerrarse totalmente a las alianzas con otros partidos.
El ex mandatario discrepó de la postura adoptada por su partido el pasado sábado en cuanto a un rompimiento rotundo con el PRI.
Hay que recordar que en las postrimerías de 2006, Calderón pudo rendir protesta a través de la estrategia diseñada por el entonces líder de los senadores del PRI, Manlio Fabio Beltrones.
El actual diputado federal del PAN, Federico Döring, reveló que el plan se diseñó en la residencia oficial de Los Pinos, con Vicente Fox como presidente.
La historia está en las crónicas parlamentarias. Con Beltrones a la cabeza del operativo, Felipe Calderón se colocó la banda presidencial.
Lo que se vio como un gesto de agradecimiento al tricolor, fue la postura de Calderón de no romper en definitiva con el priismo.
Un hecho es claro –recomendó el ex mandatario-, México necesita de partidos políticos fuertes para enfrentar la cerrazón.
En su calidad de dirigente nacional panista, Calderón, lo fue al mismo tiempo que Andrés Manuel López Obrador, dirigente del PRD.
Ambos políticos, avalaron la reforma impulsada por el entonces presidente Ernesto Zedillo, donde se aumentaron exponencialmente las prerrogativas a los partidos, a fin de evitar la intromisión del narcotráfico.
Con el paso del tiempo, el primero fue presidente de la República, enfrentado con López Obrador como candidato opositor.
El resultado es por todos conocido. El oriundo de Macuspana no termina de digerir el presunto fraude que argumentó durante la elección del Calderón triunfador.
Desde ese entonces, han pasado más de 20 años y en la 4T el ex presidente aún causa urticaria.
Por esa razón, para el panismo debe resultar atractivo que un militante con calidad de ex presidente de la República, abone a su relanzamiento.
Lo mismo debería suceder con militantes distinguidos -les guste o no les guste-, como Fox o el propio Diego Fernández de Cevallos.
Y lo que en los hechos se observa es que la contienda de la elección intermedia federal de 2027 ha comenzado.
Hay panistas contentos porque su evento del pasado sábado, haya levantado ámpula. Dicen que van bien.
0 comments:
Publicar un comentario