Los morenistas aseguran haber recibido infinidad de quejas de comerciantes y empresarios de la demarcación, a quienes los funcionarios de la anterior administración solicitaban hasta 100 mil pesos por no clausurar sus negocios.
El tema no es nuevo, lo novedoso es que hasta la oposición votó a favor de acelerar las indagatorias, a pesar de que Alfa fue su candidata en 2021.
Quizá eso se explique porque, durante su administración, la exalcaldesa no tuvo ningún director general que fuera de Tlalpan. En cambio, llenó esas posiciones con puros recomendados del exlíder nacional del PRD, Jesús Zambrano, y su tribu.
Era un secreto a voces que Los Chuchos habían hecho de esa alcaldía su caja chica, e incluso se denunció en su momento que Alfredo Reyes, director de Asuntos Jurídicos de la alcaldía, se tenía que reportar mensualmente con Zambrano.
Reyes había sido alcalde sustituto en Iztacalco, cuando Los Chuchos tenían esa demarcación, y después tuvo a su cargo las finanzas del PRD local, donde hay una denuncia por malos manejos.
Aunque en su momento la propia Alfa dijo que nunca le impusieron a un solo funcionario, y que todos eran de ella, la realidad es que todos estaban plenamente identificados con la tribu del exdirigente perredista.
Según Morena, esas denuncias sobre extorsión de autoridades en Tlalpan, ayudaron a que su candidata, Osorio, ganara con 70 mil votos de ventaja sobre la alcaldesa González, que buscaba la reelección.
El tema puede cobrar relevancia, ya que la denuncia de la alcaldesa va a acompañada por el Congreso de la CDMX, y esa podría ser la primera gran chamba de la próxima fiscal capitalina, Bertha Alcalde.
Con ese golpe, Zambrano y su pandilla estarían prácticamente liquidados en su intento de quedarse con el PRD local, además de tener que defenderse legalmente para evitar el bote.
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