La Barriada/Martín Aguilar/No es el león como lo pintan

A un día de que la jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum dé su tercer informe de gobierno, la oposición y Morena se doblegaron para obligarlos  a presentarse en el Congreso de la Ciudad de México e informar a los diputados sobre el estado que guarda su administración. 


Los morenos se habían resistido con argumentos irrisorios a que Claudia Sheinbaum rindiera de manera presencial su Tercer Informe de Gobierno, aduciendo que por el peligro de contagios de covid-19 era mejor que sólo lo entregará por escrito.

 

Esos argumentos chocaban con declaraciones de la propia gobernante, que recién había asegurado que la pandemia estaba bajo control y que los casos iban a la baja, aunque ayer se reportaron más de mil muertes en un solo día en el país.

 

De cualquier forma, se permitirá la apertura de antros, espectáculos públicos; el Gran Premio de México de la Fórmula Uno y hasta la realización del Maratón de la Ciudad de México, al que llegan personas de todo el mundo.

 

Por esa razón, los diputados del PRI, PAN, PRD y el único del MC se aferraron a que Sheinbaum estuviera presente en Donceles y aclarara los temas importantes para los capitalinos.

 

En realidad, Morena y su gobierno se negaban, pues tenían miedo a que, si la funcionaria se presentaba en el Congreso, los diputados de oposición le echaran a perder la fiesta con algún escándalo o abucheo.

 

Pero se juntó una serie de factores que hicieron cambiar de opinión a los moradores del Antiguo Ayuntamiento, como la buena calificación que algunas encuestas le dan a Claudia, así como el espaldarazo del Presidente en la mañanera.

 

Por eso la tarde de ayer Martí Batres intensificó las llamadas a los coordinadores de los grupos parlamentarios, a fin de acordar un formato de comparecencia flexible, que no incomodara a su jefa.                                                                                                                       

Tras las pláticas, acordaron que, a pesar de haber declarado a la CDMX "en naranja casi verde", la entrada al recinto legislativo fuera restringida sólo a diputados, periodistas, equipo técnico y unos cuantos invitados especiales.

 

Con eso los morenos garantizan que ninguno de sus adversarios caiga en la tentación de acarrear simpatizantes que le pudieran hacer pasar un mal rato a la jefa de Gobierno.

 

También influyó —desde luego— que con la apertura a negociar una distribución más equilibrada de comisiones VIP en Donceles, la alianza opositora se mostrará más consciente de que no hay ninguna necesidad de sombrerazos.

 

A ver si el viernes los diputados blanquiazules siguen tan gallitos como en sus arrebatos de la última semana, o doblan el pico.

 

Como quiera, haiga sido como haiga sido, la alianza opositora dobló a Claudia. 


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