La Barriada/Martín Aguilar/Divide y vencerás

Si alguien tenía alguna duda de que los caminos del presidente Andrés Manuel López Obrador y del senador Ricardo Monreal van en sentido contrario, las recientes declaraciones de ambos ponen en claro que los mejores días juntos ya pasaron. 


La historia no es nueva, por supuesto, y tampoco es el primer desencuentro que tienen y que, al final, logran superar, aunque esta vez su distanciamiento parece definitivo, pues la disputa llegó al ámbito público.

 

El senador había advertido desde hace mucho tiempo que si Morena no se democratiza, el movimiento iba a acabar dividido, lo que pondría en riesgo el proyecto de la llamada Cuarta Transformación.

 

Pese a sus señalamientos, los jerarcas lo ignoraron, sobre todo después de que el Presidente lo ubicó como uno de los factores que incidieron en la derrota electoral que su partido sufrió en junio pasado en la CDMX, y que, obviamente, afectó la imagen de Claudia Sheinbaum.

 

Las menciones públicas de López Obrador en favor de la jefa de Gobierno para que lo sustituya en 2024 y la negativa presidencial de incluir el nombre del líder del Senado entre quienes podrían sucederlo ahondaron las diferencias.

 

Esta es la segunda ocasión en tres años que ambos personajes se distancian y todo por la misma mujer: Claudia Sheinbaum.

 

En 2018, la exdelegada en Tlalpan fue designada mediante encuesta como candidata de Morena a la Jefatura de Gobierno de la CDMX; Monreal calificó ese proceso como amañado y acusó a la Nomenclatura de su partido haberlo hecho a un lado.

 

Tras reclamarle a López Obrador, según ha reconocido él mismo, tomó distancia y a principios de ese mismo año se reconciliaron, cuando el entonces candidato presidencial le ofreció la posibilidad de convertirse en el líder del Senado, lo cual ocurrió.

 

Ahora, ante las declaraciones del zacatecano acerca de que los radicales de Morena que han tomado el movimiento acabarían aniquilando al país, el Presidente reaccionó en su mañanera de ayer y dijo que él se asumía como radical y que sólo así lograría la transformación del país.

 

El senador ha dicho en más de una ocasión —y el domingo lo reafirmó— que será candidato presidencial en 2024, y que no se ve compitiendo contra Morena, sino representando esos colores.

 

Pero eso no pasará y todo el mundo cree que, en realidad, Monreal estaría buscando, al final, ser candidato de la alianza Va por México, preferentemente para buscar la Presidencia de la República, pero que no se descarta para ir por la Jefatura de Gobierno.

 

Todo depende de si se mantiene el acuerdo con Marcelo Ebrard, para que, en caso de que Sheinbaum sea impuesta por Morena, el hoy canciller busque la candidatura presidencial por el PVEM o el Movimiento Ciudadano o, de plano, por una alianza amplia de la oposición.

 

El asunto se complica para la 4T porque desde el Senado de la República el exgobernador de Zacatecas ha creado una importante red política con la oposición y con varios gobernadores, lo que pudiera complicar la aprobación de reformas constitucionales que aún necesita el gobierno.

 

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