Rebeca Marín
El Banco de México le 'bajó'... a su intensidad con los recortes y dejó la tasa de interés en 7.75 por ciento, un nivel que era ampliamente esperado por el mercado.
La Junta de Gobierno había aplicado recortes de 50 puntos base en todas sus reuniones de 2025, una medida criticada por el subgobernador Jonathan Heath, pero esta vez la reducción fue solo de 25 puntos.
De hecho, de nueva cuenta Heath fue 'la voz disidente' en la Junta de Gobierno, pues fue el único subgobernador que votó en contra de otro recorte.
La quinta reducción a la tasa en lo que va del año se da después de que la inflación en México se desaceleró más de lo esperado en julio, y se ubicó en su nivel más bajo desde finales de 2020.
Se prevé que una debilidad en la demanda interna y del mercado laboral estadounidense hagan que la presión sobre la inflación disminuya en los próximos meses.
La Junta de Gobierno consideró extender el ciclo de recortes a la tasa de interés "en congruencia con la valoración del actual panorama inflacionario".
"En particular, consideró el comportamiento del tipo de cambio, la debilidad mostrada por la actividad económica y los posibles impactos ante cambios en políticas comerciales a nivel global", añadió.
Con esto, el Banxico dejó abierta la puerta a más recortes a la tasa de interés en las tres reuniones que le quedan en septiembre, noviembre y diciembre.
En la reunión de junio, el subgobernador Heath fue el único que votó por dejar la tasa de interés del Banxico en 8.50 por ciento, esto ante un repunte de la inflación.
"Con esta decisión se manda un mensaje de complacencia en detrimento de nuestro compromiso con el objetivo inflacionario y nos resta credibilidad, especialmente ahora cuando la trayectoria del pronóstico de inflación no se está cumpliendo", reclamó de acuerdo con las minutas publicadas en julio.
No obstante, el resto de integrantes de la Junta de Gobierno votó a favor de otro recorte de 50 puntos con base en dos argumentos: El debilitamiento de la economía de México y el tipo de cambio que favorece al peso mexicano ante un dólar debilitado.
Especialistas destacaron el incremento en las expectativas para la inflación subyacente. Banxico estima que en el tercer trimestre del año la inflación subyacente se ubique en 4.1 por ciento, desde 3.8 por ciento esperado anteriormente. En tanto, cerraría 2025 en 3.7 por ciento, desde 3.6 por ciento contemplado antes.
Del mismo modo, la inflación subyacente empezaría 2026 con un nivel más elevado del contemplado, pues el pronóstico pasó de 3.4 a 3.5 por ciento.
Al respecto, Gabriela Siller, directora de análisis económico financiero de Grupo Financiero Base, señaló que "llama mucho la atención que sube el pronóstico de la inflación subyacente desde el tercer trimestre de 2025 hasta el primer trimestre de 2026".
Abundó en que subir el pronóstico de inflación subyacente y dejar la general es "inconsistente con la teoría". Sostuvo que con lo anterior se reconoce que la desaceleración de la inflación se ha dado por precios que son volátiles, lo cual representa un riesgo de alza de inflación general.
Ramón de la Rosa, analista de Actinver, enfatizó que la baja en la inflación general responde más por el componente no subyacente, que integra los precios de agropecuarios y de energía eléctrica, mientras que la subyacente está por arriba de la meta del Banxico.
El analista de Actinver reconoció que la baja en la inflación en julio a 3.51 por ciento se debe principalmente a un efecto base de comparación y hacia adelante podrían regresar las presiones inflacionarias por arriba de 4 por ciento..
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