Tlalnepantla vive tensión social por desalojo de ambulantes

Rebeca Marín

 

Luego de que el gobierno de Tlalnepantla ordenara un operativo para retirar puestos en los alrededores del mercado Filiberto Gómez, en una acción calificada como represión de parte del alcalde Raciel Pérez Cruz, la zona vive una fuerte tensión social, y comerciantes establecidos demandan el restablecimiento de la tranquilidad en la zona porque afirman que sus ventas han caído.

 

La decisión de arremeter contra los vendedores de vía pública mantiene posturas encontradas, pues mientras cientos de familias acusan que la administración municipal bloqueó sus fuentes de ingresos, otros, incluidos vecinos, manifiestan que las calles del primer cuadro requieren orden, y que no es la primera vez que intervienen la zona, considerando que, como en el pasado, solo se trata de acciones represivas para darle un nuevo rostro a la corrupción porque al paso del tiempo la invasión vuelve.

 

En los alrededores de las calles del mercado Filiberto Gómez el gobierno municipal dio instrucciones para bloquear el paso vehicular en la zona, generando incomodidad entre los comerciantes establecidos.

 

La policía municipal, una de las corporaciones del Estado de México que enfrenta los mayores señalamientos de extorsión y corrupción, intentó impedir el trabajo de este reportero, al realizar labores de documentación gráfica y testimonial de habitantes y comerciantes.

 

De la patrulla PV-071, comisionada para bloquear calles de la zona, bajó un elemento policiaco para exigir a La Prensa el permiso para tomar fotos. Con una actitud prepotente reclamó la presencia de este reportero, indicando que no podía estar ahí y que debía solicitar permiso para tomar fotos. Por fortuna dos vecinos del lugar impidieron que la represión subiera de tono, y al retirarnos lanzó una serie de insultos diciendo "haz bien tu trabajo".

 

En entrevistas por separado, comerciantes y encargados de establecimientos indicaron que, tras el abrupto madruguete del pasado 29 de septiembre, la zona vive un ambiente de tensión, expresando dudas de que realmente exista un objetivo de ordenamiento.

 

La verdad siempre ha sido lo mismo, no es la primera vez que hacen esto, pero al paso del tiempo la situación vuelve y en realidad se disfraza una acción de supuesto orden para encontrar la forma de obtener dinero que se va al bolsillo de los funcionarios", dijo Martín, que solo se quiso identificar así para evitar la opresión del gobierno local.

 

En los alrededores de dicho mercado, la administración municipal ordenó el despliegue de patrullas y colocó vallas, lo que impide la movilidad vehicular, situación que a decir de los comerciantes, representa una baja en el flujo de visitantes y una caída en sus ventas.

 

La represión contra los vendedores en vía pública se hizo presente en calles como Aztecas, Ignacio Allende, Zahuatlán, Porfirio Díaz, Cuitláhuac y Teotihuacán, en el corazón del municipio.

 

Según el gobierno municipal el madruguete del pasado 29 de septiembre fue para recuperar espacios, pero vecinos y comerciantes establecidos afirman que el fondo es otro, relacionado con prácticas corruptas disfrazadas de orden. Afirman que ya conocen el actuar del presidente municipal Raciel Pérez Cruz, donde más adelante intervendrán otras instancias y el alcalde hará como que se "lava las manos", pero ya existe una estrategia, donde prevalecerá la falta de transparencia y la opacidad. 


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