Martín Aguilar
En Cuajimalpa, algo está cambiando. Las calles que alguna vez fueron tomadas por la delincuencia ahora ven pasar patrullas, líderes vecinales conversando con autoridades y un gobierno local que asegura: "No bajaremos la guardia".
Carlos Orvañanos, alcalde de la demarcación, encabezó anoche un nuevo operativo de seguridad. Acompañado de su equipo y policías locales, recorrió puntos críticos de la alcaldía y escuchó de viva voz las preocupaciones de las y los vecinos. La consigna fue clara: presencia, acción y cercanía.
"Estamos cansados de que las noticias solo hablen de violencia. En Cuajimalpa hay un gobierno firme, que escucha y actúa. Aquí no hay espacio para el crimen", expresó Orvañanos durante el despliegue nocturno.
Pero no se trata solo de patrullajes. La estrategia incluye recuperar módulos de vigilancia, colocar más cámaras, mejorar la coordinación con el Gobierno central y trabajar con datos precisos sobre delitos. "Tenemos un mapa claro de las zonas con mayor incidencia y vamos directamente a atenderlas", añadió.
Aunque los retos persisten, los números respaldan los esfuerzos:
• En el primer trimestre de 2025, solo el 45.1% de los habitantes dijeron sentirse inseguros en las calles que transitan, por debajo del promedio en la CDMX.
• En lo que va del año, Cuajimalpa no ha registrado homicidios.
• La percepción de inseguridad cayó a 40.2 puntos, una cifra histórica para la alcaldía.
• En 2024, los robos a casa habitación sin violencia bajaron un 41.18% y no hubo robos con violencia registrados oficialmente.
• La SSC sigue realizando detenciones: en noviembre de 2024 capturaron a un hombre con antecedentes por robo y narcomenudeo.
Una alcaldía que escucha y actúa
Más que operativos, estos recorridos son oportunidades para detectar rezagos en servicios públicos, solicitar apoyos de otros niveles de gobierno y acercarse a quienes más lo necesitan. La estrategia es clara: gobernar con presencia en territorio.
"Cuajimalpa es una alcaldía con grandes cualidades institucionales: cercanía, humanidad y resultados. Aquí no hay barra libre para delinquir", remató Orvañanos.
Mientras otras zonas enfrentan el avance del crimen con discursos, en Cuajimalpa las calles se recorren y se patrullan. Y aunque aún hay camino por recorrer, el mensaje es contundente: la seguridad se construye con acción y compromiso real.
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