El fascismo conspira contra el conocimiento y la cultura, y mantiene una cruzada por la ignorancia

Gloria Brito

En julio sucede un acontecimiento muy importante en la vida académica de las escuelas, desde preescolares hasta instituciones a nivel superior, fundadas por el Movimiento Antorchista, las clausuras de cursos y el egreso de jóvenes al haber culminado sus estudios. Estos eventos dan la dimensión exacta del trabajo y esfuerzo contenido en cada generación que egresa, dotada de una visión más humana, más inteligente y más solidaria.

A través de 50 años Antorcha se ha mantenido como una organización social al servicio del pueblo, y en el ámbito estudiantil se ha ido adaptando a los requerimientos de los nuevos tiempos.

Antorcha ha tenido conciencia desde su nacimiento, que la educación es un pilar fundamental de toda sociedad, sobre el que se apoya el proyecto de lograr que nuestro país verdaderamente avance y se transforme en una patria sin injusticias para los mexicanos.

Nuestra organización ha tomado con extrema seriedad esta tarea y se ha fijado objetivos claros y precisos: la formación de individuos que realmente le sirvan a la patria, y esto solamente puede lograrse si se les brinda una educación integral, que desarrolle las capacidades y potencial del estudiante.

El programa y plan de trabajo de las escuelas antorchistas, que tienen reconocimiento oficial, sorprende a propios y extraños, porque nuestros estudiantes no sólo adquieren conocimientos matemáticos, físicos y demás ciencias exactas, sino que desarrollan su talento artístico, con la práctica del arte: danza, baile, poesía, teatro, pintura, oratoria, y música.

El pasado sábado 5 de julio, en la capital del país, iniciaron las clausuras de cursos de nuestras escuelas, generaciones que llevan por nombre: "Fomentar la cultura es defender la patria", y en primer lugar le tocó el turno a la preparatoria Lázaro Cárdenas, plantel Balderas, con más de 45 años de existencia, fundadora de todas las escuelas preparatorias Lázaro Cárdenas del país. El padrino de generación fue un gran dirigente, que ha destacado por sus análisis económicos, políticos y sociales, fruto de un amplio conocimiento, adquirido a lo largo de muchos años de preparación, el doctor en Economía por la London Schools of Economics, Abel Pérez Zamorano, quien es una de las mentes más brillantes del antorchismo nacional, actualmente dirigente de los antorchistas en el Estado de México.

El orador ofreció un mensaje profundo y conmovedor a los egresados, maestros y padres de familia presentes. Su discurso no sólo fue un reconocimiento al esfuerzo académico, sino una reflexión crítica sobre el papel de la cultura, el arte y el conocimiento en la lucha por un mundo más justo y humano. Desde el inicio de su intervención, el doctor Pérez Zamorano felicitó a los padres de familia por haber acompañado a sus hijos en este importante paso. Reconoció el sacrificio que implica brindar una educación de calidad en un país como el nuestro dónde las condiciones no son favorables. Reconoció la labor de los docentes, quienes no sólo instruyen, sino que contribuyen decisivamente al desarrollo de cada estudiante.

Acotó que la Preparatoria Lázaro Cárdenas no es una escuela común. A diferencia de muchos centros educativos que se enfocan únicamente en el rendimiento académico, esta institución se distingue por el cultivo de las capacidades humanas: el pensamiento crítico, la expresión artística, la sensibilidad social y la formación ética. "Aquí se canta, se declama, se baila, se piensa… y se hace con excelencia", señaló con orgullo.

Hizo un llamado urgente a los jóvenes a no frenar su formación. Terminar su ciclo de preparatoria, externó, "no debe entenderse como una meta final, sino como una base desde la cual continuar creciendo. Estudiar no es sólo una opción, es una necesidad humana. Detener el estudio es mutilar nuestra humanidad".

Uno de los momentos más significativos del discurso del doctor Pérez Zamorano fue su denuncia frontal a lo que llamó "la cruzada global contra el conocimiento", una ofensiva silenciosa, pero sistemática, impulsada por lo que se identifica como las fuerzas del fascismo moderno. Esta ideología, explicó, no murió con Hitler ni quedó confinada al pasado; por el contrario, se ha transformado y adaptado, y hoy sobrevive a través de estructuras económicas y políticas que promueven la ignorancia, el consumo vacío, la superficialidad y la enajenación colectiva.

La intención, advirtió, es clara: debilitar la conciencia crítica, impedir el pensamiento autónomo y convertir a los pueblos en masas manipulables. "Hay un esfuerzo deliberado, dijo, por idiotizar a la especie humana, por vaciarla de pensamiento, por separarla de la cultura y de su historia". Frente a ese panorama, apeló a la inteligencia, la educación y la cultura como trincheras de resistencia frente a un mundo que, muchas veces, parece avanzar hacia la barbarie disfrazada de modernidad.

"Tenemos que hacer un esfuerzo por cultivar el conocimiento, la cultura, la ciencia y el deporte, porque en el mundo, el fascismo, tiene una conspiración contra el conocimiento, una guerra abierta y desalmada contra la cultura, una cruzada por la ignorancia, por la estupidización del hombre a escala global, y también en México. El problema es complejo y debemos tener conciencia de él".

Para reforzar esta idea, recordó hechos históricos que ilustran esta persecución del pensamiento: desde la Guerra Civil Española de 1936 a 1939, que obligó a artistas e intelectuales a huir de su país, hasta la infame quema de libros por los nazis en 1933. En ambos casos, la inteligencia y la cultura fueron vistas como amenazas por regímenes que preferían un pueblo sin conciencia.

Frente a este panorama, exhortó a todos los presentes a construir un muro de resistencia hecho de ideas, estudio y verdad, y a usar el conocimiento como la herramienta más poderosa para transformar la sociedad. "El pensamiento nos hace libres; la verdad nos hará libres", afirmó, insistiendo en la necesidad de luchar, hombro con hombro, por un mundo de paz, justicia y armonía entre los seres humanos.

La ceremonia concluyó con un programa artístico y cultural, que mostró que la educación puede y debe ser una celebración del espíritu humano. Los números musicales, declamaciones y danzas ofrecidas por los estudiantes fueron testimonio vivo de una escuela que forma no sólo alumnos, sino ciudadanos comprometidos.

En un mundo lleno de incertidumbres y amenazas, el mensaje del doctor Pérez Zamorano se alza como un faro: en la defensa de la cultura, del arte y del conocimiento que es, al mismo tiempo, la defensa de la patria y de nuestra humanidad.

De todo corazón felicitó a los egresados de las escuelas antorchistas, su estancia en nuestras instituciones les ha brindado las herramientas necesarias para enfrentarse a la vida, y a los retos que exige este mundo que hoy está de cabeza.

Gloria Brito

En julio sucede un acontecimiento muy importante en la vida académica de las escuelas, desde preescolares hasta instituciones a nivel superior, fundadas por el Movimiento Antorchista, las clausuras de cursos y el egreso de jóvenes al haber culminado sus estudios. Estos eventos dan la dimensión exacta del trabajo y esfuerzo contenido en cada generación que egresa, dotada de una visión más humana, más inteligente y más solidaria.

A través de 50 años Antorcha se ha mantenido como una organización social al servicio del pueblo, y en el ámbito estudiantil se ha ido adaptando a los requerimientos de los nuevos tiempos.

Antorcha ha tenido conciencia desde su nacimiento, que la educación es un pilar fundamental de toda sociedad, sobre el que se apoya el proyecto de lograr que nuestro país verdaderamente avance y se transforme en una patria sin injusticias para los mexicanos.

Nuestra organización ha tomado con extrema seriedad esta tarea y se ha fijado objetivos claros y precisos: la formación de individuos que realmente le sirvan a la patria, y esto solamente puede lograrse si se les brinda una educación integral, que desarrolle las capacidades y potencial del estudiante.

El programa y plan de trabajo de las escuelas antorchistas, que tienen reconocimiento oficial, sorprende a propios y extraños, porque nuestros estudiantes no sólo adquieren conocimientos matemáticos, físicos y demás ciencias exactas, sino que desarrollan su talento artístico, con la práctica del arte: danza, baile, poesía, teatro, pintura, oratoria, y música.

El pasado sábado 5 de julio, en la capital del país, iniciaron las clausuras de cursos de nuestras escuelas, generaciones que llevan por nombre: "Fomentar la cultura es defender la patria", y en primer lugar le tocó el turno a la preparatoria Lázaro Cárdenas, plantel Balderas, con más de 45 años de existencia, fundadora de todas las escuelas preparatorias Lázaro Cárdenas del país. El padrino de generación fue un gran dirigente, que ha destacado por sus análisis económicos, políticos y sociales, fruto de un amplio conocimiento, adquirido a lo largo de muchos años de preparación, el doctor en Economía por la London Schools of Economics, Abel Pérez Zamorano, quien es una de las mentes más brillantes del antorchismo nacional, actualmente dirigente de los antorchistas en el Estado de México.

El orador ofreció un mensaje profundo y conmovedor a los egresados, maestros y padres de familia presentes. Su discurso no sólo fue un reconocimiento al esfuerzo académico, sino una reflexión crítica sobre el papel de la cultura, el arte y el conocimiento en la lucha por un mundo más justo y humano. Desde el inicio de su intervención, el doctor Pérez Zamorano felicitó a los padres de familia por haber acompañado a sus hijos en este importante paso. Reconoció el sacrificio que implica brindar una educación de calidad en un país como el nuestro dónde las condiciones no son favorables. Reconoció la labor de los docentes, quienes no sólo instruyen, sino que contribuyen decisivamente al desarrollo de cada estudiante.

Acotó que la Preparatoria Lázaro Cárdenas no es una escuela común. A diferencia de muchos centros educativos que se enfocan únicamente en el rendimiento académico, esta institución se distingue por el cultivo de las capacidades humanas: el pensamiento crítico, la expresión artística, la sensibilidad social y la formación ética. "Aquí se canta, se declama, se baila, se piensa… y se hace con excelencia", señaló con orgullo.

Hizo un llamado urgente a los jóvenes a no frenar su formación. Terminar su ciclo de preparatoria, externó, "no debe entenderse como una meta final, sino como una base desde la cual continuar creciendo. Estudiar no es sólo una opción, es una necesidad humana. Detener el estudio es mutilar nuestra humanidad".

Uno de los momentos más significativos del discurso del doctor Pérez Zamorano fue su denuncia frontal a lo que llamó "la cruzada global contra el conocimiento", una ofensiva silenciosa, pero sistemática, impulsada por lo que se identifica como las fuerzas del fascismo moderno. Esta ideología, explicó, no murió con Hitler ni quedó confinada al pasado; por el contrario, se ha transformado y adaptado, y hoy sobrevive a través de estructuras económicas y políticas que promueven la ignorancia, el consumo vacío, la superficialidad y la enajenación colectiva.

La intención, advirtió, es clara: debilitar la conciencia crítica, impedir el pensamiento autónomo y convertir a los pueblos en masas manipulables. "Hay un esfuerzo deliberado, dijo, por idiotizar a la especie humana, por vaciarla de pensamiento, por separarla de la cultura y de su historia". Frente a ese panorama, apeló a la inteligencia, la educación y la cultura como trincheras de resistencia frente a un mundo que, muchas veces, parece avanzar hacia la barbarie disfrazada de modernidad.

"Tenemos que hacer un esfuerzo por cultivar el conocimiento, la cultura, la ciencia y el deporte, porque en el mundo, el fascismo, tiene una conspiración contra el conocimiento, una guerra abierta y desalmada contra la cultura, una cruzada por la ignorancia, por la estupidización del hombre a escala global, y también en México. El problema es complejo y debemos tener conciencia de él".

Para reforzar esta idea, recordó hechos históricos que ilustran esta persecución del pensamiento: desde la Guerra Civil Española de 1936 a 1939, que obligó a artistas e intelectuales a huir de su país, hasta la infame quema de libros por los nazis en 1933. En ambos casos, la inteligencia y la cultura fueron vistas como amenazas por regímenes que preferían un pueblo sin conciencia.

Frente a este panorama, exhortó a todos los presentes a construir un muro de resistencia hecho de ideas, estudio y verdad, y a usar el conocimiento como la herramienta más poderosa para transformar la sociedad. "El pensamiento nos hace libres; la verdad nos hará libres", afirmó, insistiendo en la necesidad de luchar, hombro con hombro, por un mundo de paz, justicia y armonía entre los seres humanos.

La ceremonia concluyó con un programa artístico y cultural, que mostró que la educación puede y debe ser una celebración del espíritu humano. Los números musicales, declamaciones y danzas ofrecidas por los estudiantes fueron testimonio vivo de una escuela que forma no sólo alumnos, sino ciudadanos comprometidos.

En un mundo lleno de incertidumbres y amenazas, el mensaje del doctor Pérez Zamorano se alza como un faro: en la defensa de la cultura, del arte y del conocimiento que es, al mismo tiempo, la defensa de la patria y de nuestra humanidad.

De todo corazón felicitó a los egresados de las escuelas antorchistas, su estancia en nuestras instituciones les ha brindado las herramientas necesarias para enfrentarse a la vida, y a los retos que exige este mundo que hoy está de cabeza.

Gloria Brito

En julio sucede un acontecimiento muy importante en la vida académica de las escuelas, desde preescolares hasta instituciones a nivel superior, fundadas por el Movimiento Antorchista, las clausuras de cursos y el egreso de jóvenes al haber culminado sus estudios. Estos eventos dan la dimensión exacta del trabajo y esfuerzo contenido en cada generación que egresa, dotada de una visión más humana, más inteligente y más solidaria.

A través de 50 años Antorcha se ha mantenido como una organización social al servicio del pueblo, y en el ámbito estudiantil se ha ido adaptando a los requerimientos de los nuevos tiempos.

Antorcha ha tenido conciencia desde su nacimiento, que la educación es un pilar fundamental de toda sociedad, sobre el que se apoya el proyecto de lograr que nuestro país verdaderamente avance y se transforme en una patria sin injusticias para los mexicanos.

Nuestra organización ha tomado con extrema seriedad esta tarea y se ha fijado objetivos claros y precisos: la formación de individuos que realmente le sirvan a la patria, y esto solamente puede lograrse si se les brinda una educación integral, que desarrolle las capacidades y potencial del estudiante.

El programa y plan de trabajo de las escuelas antorchistas, que tienen reconocimiento oficial, sorprende a propios y extraños, porque nuestros estudiantes no sólo adquieren conocimientos matemáticos, físicos y demás ciencias exactas, sino que desarrollan su talento artístico, con la práctica del arte: danza, baile, poesía, teatro, pintura, oratoria, y música.

El pasado sábado 5 de julio, en la capital del país, iniciaron las clausuras de cursos de nuestras escuelas, generaciones que llevan por nombre: "Fomentar la cultura es defender la patria", y en primer lugar le tocó el turno a la preparatoria Lázaro Cárdenas, plantel Balderas, con más de 45 años de existencia, fundadora de todas las escuelas preparatorias Lázaro Cárdenas del país. El padrino de generación fue un gran dirigente, que ha destacado por sus análisis económicos, políticos y sociales, fruto de un amplio conocimiento, adquirido a lo largo de muchos años de preparación, el doctor en Economía por la London Schools of Economics, Abel Pérez Zamorano, quien es una de las mentes más brillantes del antorchismo nacional, actualmente dirigente de los antorchistas en el Estado de México.

El orador ofreció un mensaje profundo y conmovedor a los egresados, maestros y padres de familia presentes. Su discurso no sólo fue un reconocimiento al esfuerzo académico, sino una reflexión crítica sobre el papel de la cultura, el arte y el conocimiento en la lucha por un mundo más justo y humano. Desde el inicio de su intervención, el doctor Pérez Zamorano felicitó a los padres de familia por haber acompañado a sus hijos en este importante paso. Reconoció el sacrificio que implica brindar una educación de calidad en un país como el nuestro dónde las condiciones no son favorables. Reconoció la labor de los docentes, quienes no sólo instruyen, sino que contribuyen decisivamente al desarrollo de cada estudiante.

Acotó que la Preparatoria Lázaro Cárdenas no es una escuela común. A diferencia de muchos centros educativos que se enfocan únicamente en el rendimiento académico, esta institución se distingue por el cultivo de las capacidades humanas: el pensamiento crítico, la expresión artística, la sensibilidad social y la formación ética. "Aquí se canta, se declama, se baila, se piensa… y se hace con excelencia", señaló con orgullo.

Hizo un llamado urgente a los jóvenes a no frenar su formación. Terminar su ciclo de preparatoria, externó, "no debe entenderse como una meta final, sino como una base desde la cual continuar creciendo. Estudiar no es sólo una opción, es una necesidad humana. Detener el estudio es mutilar nuestra humanidad".

Uno de los momentos más significativos del discurso del doctor Pérez Zamorano fue su denuncia frontal a lo que llamó "la cruzada global contra el conocimiento", una ofensiva silenciosa, pero sistemática, impulsada por lo que se identifica como las fuerzas del fascismo moderno. Esta ideología, explicó, no murió con Hitler ni quedó confinada al pasado; por el contrario, se ha transformado y adaptado, y hoy sobrevive a través de estructuras económicas y políticas que promueven la ignorancia, el consumo vacío, la superficialidad y la enajenación colectiva.

La intención, advirtió, es clara: debilitar la conciencia crítica, impedir el pensamiento autónomo y convertir a los pueblos en masas manipulables. "Hay un esfuerzo deliberado, dijo, por idiotizar a la especie humana, por vaciarla de pensamiento, por separarla de la cultura y de su historia". Frente a ese panorama, apeló a la inteligencia, la educación y la cultura como trincheras de resistencia frente a un mundo que, muchas veces, parece avanzar hacia la barbarie disfrazada de modernidad.

"Tenemos que hacer un esfuerzo por cultivar el conocimiento, la cultura, la ciencia y el deporte, porque en el mundo, el fascismo, tiene una conspiración contra el conocimiento, una guerra abierta y desalmada contra la cultura, una cruzada por la ignorancia, por la estupidización del hombre a escala global, y también en México. El problema es complejo y debemos tener conciencia de él".

Para reforzar esta idea, recordó hechos históricos que ilustran esta persecución del pensamiento: desde la Guerra Civil Española de 1936 a 1939, que obligó a artistas e intelectuales a huir de su país, hasta la infame quema de libros por los nazis en 1933. En ambos casos, la inteligencia y la cultura fueron vistas como amenazas por regímenes que preferían un pueblo sin conciencia.

Frente a este panorama, exhortó a todos los presentes a construir un muro de resistencia hecho de ideas, estudio y verdad, y a usar el conocimiento como la herramienta más poderosa para transformar la sociedad. "El pensamiento nos hace libres; la verdad nos hará libres", afirmó, insistiendo en la necesidad de luchar, hombro con hombro, por un mundo de paz, justicia y armonía entre los seres humanos.

La ceremonia concluyó con un programa artístico y cultural, que mostró que la educación puede y debe ser una celebración del espíritu humano. Los números musicales, declamaciones y danzas ofrecidas por los estudiantes fueron testimonio vivo de una escuela que forma no sólo alumnos, sino ciudadanos comprometidos.

En un mundo lleno de incertidumbres y amenazas, el mensaje del doctor Pérez Zamorano se alza como un faro: en la defensa de la cultura, del arte y del conocimiento que es, al mismo tiempo, la defensa de la patria y de nuestra humanidad.

De todo corazón felicitó a los egresados de las escuelas antorchistas, su estancia en nuestras instituciones les ha brindado las herramientas necesarias para enfrentarse a la vida, y a los retos que exige este mundo que hoy está de cabeza.


Share on Google Plus

About .

    Blogger Comment
    Facebook Comment

0 comments:

Publicar un comentario