LOS ENCARGADOS DEL TRIBUNAL DE DISCIPLINA JUDICIAL TIENEN LA RESPONSABILIDAD DE DAR CERTIDUMBRE A UN SISTEMA DE JUSTICIA QUE HOY MÁS QUE NUNCA, NECESITA CONTAR CON JURISTAS ÍNTEGROS E INTACHABLES.
Alberto Abrego
Durante décadas, se ha tenido la percepción de que en nuestro país el sistema judicial ha sido lento, ineficiente, poco transparente, corrupto, costoso e inaccesible para muchos, que no ha combatido a la impunidad y no se ha asegurado de que los derechos humanos sean respetados.
El exceso de privilegios, las prácticas cuestionables, la poca imparcialidad, el autoritarismo, la falta de independencia y la consabida pérdida de confianza de la ciudadanía, han hecho necesario y urgente un cambio en la careta del Poder Judicial.
La corrupción en los tribunales no es un secreto.
Está a plena vista. Las decisiones más importantes se toman no en función de la ley, sino en función de quién tiene más poder o más dinero para balancear la justicia a su favor.
Por ello, a raíz de la Reforma Judicial, a partir de septiembre de este año México contará con una nueva composición y funcionamiento en la Suprema Corte de Justicia de la Nación, pasando de 11 a nueve ministros; dos magistraturas de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación y 15 magistraturas en sus Salas Regionales; 464 magistraturas de circuito y 386 nuevas plazas de jueces de distrito. Todos ellos, elegidos por el voto popular.
Además, de esta reforma surge el Tribunal de Disciplina Judicial, que sustituirá al actual Consejo de la Judicatura Federal, que entrará en funciones el próximo 01 de septiembre, y que tendrá principalmente la tarea de garantizar que jueces y magistrados actúen apegados a la Ley, y tendrán la responsabilidad de investigar y castigar faltas y omisiones de los juzgadores y magistrados del país en el ejercicio de la impartición de justicia.
Porque la política de seguridad y de procuración e impartición de justicia en México hoy en día invariablemente se traduce en ineficacia y corrupción; porque la impunidad por actos de corrupción es la regla; porque las leyes no se cumplen; porque no se sabe de jueces encarcelados a pesar de las denuncias; porque es necesario modernizar el poder judicial e infundir confianza en un sistema plagado de corrupción, tráfico de influencias y nepotismo; y porque el pueblo se cansó de juzgadores sin honor ni compromiso con la justicia.
Los elegidos por el voto popular para integrar el Tribunal de Disciplina Judicial son:
Celia Maya García, originaria de la Ciudad de Querétaro, de 76 años. Consejera de la Judicatura Federal; es doctora en derecho y estudió la maestría en Derecho Procesal Penal; concluyó la maestría en impuestos; tiene la especialidad en Administración de Justicia en Tribunales de Circuito, además de la especialidad en Derecho Notarial y diplomados en Ética, Corrupción y El Sistema Nacional Anticorrupción. Con amplia experiencia como jurista, docente e impartidora de justicia.
Eva Verónica De Gyves Zárate, originaria de Ciudad Ixtepec, Oaxaca, donde nació hace 64 años, se ha desempeñado como Magistrada en el Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México; es maestra en Derecho Procesal, Máster en Derecho Penal, Constitución y Derechos, con estudios en Barcelona y el Instituto de Estudios Judiciales del TSJDF y es Consejera de la Judicatura Federal. Amplia trayectoria como jurista destacada, sensible a los problemas ciudadanos y con las credenciales suficientes para el cargo.
Bernardo Bátiz Vázquez. Jurista, escritor y político de 88 años de edad. Originario de la Ciudad de México. Integrante del Consejo de la Judicatura Federal. Licenciado en Derecho por la UNAM y maestro en Derecho Parlamentario por la Universidad Iberoamericana. Se ha desempeñado como catedrático, diputado federal, y entre diversos cargos de alto nivel, fungió como Procurador General de Justicia del Distrito Federal. Fue diputado constituyente de la Ciudad de México y actualmente es parte del, Consejo de la Judicatura Federal. Intelectual y catedrático destacado. Garantía de conocimiento y experiencia.
Indira Isabel García Pérez. Nacida en Colima, de 41 años. Estudió la licenciatura en Derecho en Universidad de Colima; la maestría en Derecho Corporativo, maestría en Educación, diversos diplomados en materia fiscal, administrativa y Gasto Público; Ha ejercido como directora del Centro de Investigaciones Jurídicas de la Universidad de Colima; auditor superior del Estado de Colima- Órgano Superior de Auditoría y fiscalización Gubernamental; comisionada del Instituto de Transparencia y Protección de Datos Personales. Catedrática, jurista experimentada y también muy preparada con amplio recorrido en materia del Derecho.
Rufino H. León Tovar. Originario de Atotonilco de Tula, Hidalgo, donde nació hace 59 años. Tiene Licenciatura y Maestría en Derecho Constitucional por la UNAM. Cuenta con una experiencia de treinta años en la administración pública como titular de áreas jurídicas en el Gobierno de la Ciudad de México, en el Estado de Hidalgo y en el Gobierno Federal. Jurista destacado, con virtudes meritorias. Hombre probo, de principios y valores humanos incuestionables. Muy calificado.
Ellos serán los cinco fantásticos del Tribunal Superior de Justicia. Los encargados de dar certidumbre a un sistema de justicia que hoy más que nunca necesita contar con juristas íntegros e intachables. A ellos corresponderá garantizar que nuestro sistema judicial responda, con legitimidad y confianza, a los diferentes clamores de justicia.
Los retos son grandes, los desafíos son enormes, las expectativas inmensas; y ello los compromete a ofrecer su máximo esfuerzo y todas sus capacidades en pos de una justicia al alcance de todos.
Por el bien de nuestra sociedad, mucho éxito en esta difícil e incomprendida tarea de impartir justicia.
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