Rebeca Marín
Durante julio, México recibió cinco mil 329.9 millones de dólares en remesas, una disminución anual de 4.7 por ciento, de acuerdo con datos del Banco de México (Banxico), con la que liga cuatro meses con caídas a tasa anual.
Según el reporte mensual del banco central, el retroceso se derivó principalmente a una baja de ocho por ciento en el número de transacciones, que sumaron 12.8 millones de operaciones, con un envío promedio de 416 dólares.
La incertidumbre por redadas laborales en Estados Unidos y el impuesto de uno por ciento al envío de remesas también han provocado que algunas familias fraccionen los montos, retrasen sus transferencias o bien busquen otras maneras de enviar su dinero, coincidieron especialistas.
Analistas de Banorte indican que la disminución está directamente relacionada con un deterioro en el empleo de migrantes mexicanos en Estados Unidos.
El banco señaló que su tasa de desempleo subió de cinco a 5.7 por ciento, por encima del promedio nacional estadounidense de 4.2 por ciento.
Además, las políticas antimigratorias, incluidas redadas en ciudades con gran población hispana como Los Ángeles, han provocado un mayor ausentismo laboral, especialmente en California. A esto se suma el desempeño mixto de la economía estadounidense en julio, con un ligero crecimiento en ventas al menudeo, pero caídas en construcción e industria.
"Las políticas anti migratorias –como redadas, deportaciones y patrullajes en la frontera sur de EU– ya muestran efectos claros para los migrantes mexicanos en dicho país".
A pesar del retroceso, los analistas de Banorte anticipan que en los próximos meses podría observarse cierta estabilidad, con flujos cercanos a cinco mil millones de dólares mensuales.
Este comportamiento estaría apoyado en el repunte de sectores que emplean a migrantes mexicanos como la agricultura y algunas manufacturas, además de la estacionalidad favorable de fin de año. Sin embargo, advirtieron que los efectos de las políticas anti-migratorias seguirán siendo visibles en la reducción del flujo de nuevos migrantes.
Especialistas de BBVA Research añadieron que el factor cambiario también explica parte de la caída. La apreciación del peso frente al dólar, que en julio promedió 18.71 pesos por dólar, redujo el poder adquisitivo de las remesas.
En los próximos meses podría observarse cierta estabilidad, con flujos cercanos a cinco mil millones de dólares mensuales
Juan José Li Ng, de BBVA, explicó que esta situación se combina con una menor llegada de migrantes documentados e indocumentados, producto de una vigilancia fronteriza más estricta y un ambiente hostil en Estados Unidos.
"La apreciación del peso mexicano frente al dólar estadounidense es otro factor que, en los últimos meses, ha reducido el valor adquisitivo de los ingresos por remesas Entre julio de 2024 y julio de 2025, al convertir las remesas a pesos y descontar el factor inflacionario, los hogares mexicanos receptores recibieron 4.8 por ciento menos en términos reales", dijo.
Además, mencionó que el temor a redadas y deportaciones ha provocado lo que definió como una "autodeportación" o incluso la reducción de la participación de migrantes en encuestas oficiales, lo que dificulta medir el fenómeno con precisión.
Por su parte, Valmex anticipa que la tendencia de menor dinamismo podría continuar, debido al endurecimiento de los controles migratorios en Estados Unidos, al impacto rezagado de una posible desaceleración económica de ese país y a la persistencia de la apreciación cambiaria en México, que reduce el valor de los dólares enviados.
Los datos acumulados confirman el freno en este flujo. Entre enero y julio de 2025, México recibió 34 mil 889 millones de dólares en remesas, una baja de 5.5 por ciento frente al mismo periodo de 2024.
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