Coordenadas Políticas/Martín Aguilar/Los corruptos de Morena

Pelearse con el pasado, es un añejo distractor sólo funcional para tender cortinas momentáneas de humo.

 

Antes de su mandato como presidente Andrés Manuel López Obrador, culpó a Felipe Calderón de un supuesto fraude durante la elección de 2006.

 

Durante los siguientes 12 años, el oriundo de Macuspana, se dedicó a propalar por todo el país que le habían cometido fraude.

 

Y los seis años de su mandato, potenció esa estrategia desde su palco de Palacio Nacional.

 

Pero no sólo culpó una y otra vez de fraude a Calderón, sino que logró que juzgaran a Genaro García Luna en Estados Unidos por delitos contra el narcotráfico.

 

Y al final de cuentas, nada le pudieron encontrar a Calderón para arrestarlo aunque fuese por una infracción de tránsito.

 

La obsesión de López Obrador por Calderón, se trasladó en automático al gobierno de Claudia Sheinbaum.

 

El ex presidente panista, se convirtió así en el villano favorito de los dos regímenes de la 4T.

 

Sin embargo, no conforme con ello, el actual gobierno encontró otro villano en la persona del ex presidente Ernesto Zedillo Ponce de León.

 

Esto, porque Zedillo acusó a la 4T de "matar la democracia" por una aberrante reforma al Poder Judicial.

 

La acusación causó fuerte irritación en Palacio Nacional, a grado tal de dar pauta a una andanada en contra del ex mandatario priista.

 

La polémica no paró ahí, Zedillo propuso auditar las obras faraónicas de la pasada administración.

 

En respuesta, la presidenta se pronunció por investigar al ex mandatario por casos como el Fobaproa.

 

La cuestión es que varios de los servidores públicos de esa época, ahora militan o trabajan campantes en el gobierno morenista.

 

Zedillo no se dejó intimidar en ningún momento. Por el contrario, con sus duras posturas puso el ejemplo de cómo debe actuar la oposición.

 

Es decir que en unos cuentos días, sólo el ex mandatario –asesor de empresas transnacionales- puso en jaque a toda la cuatroté.

 

La desesperación los llevó a falsificar la voz de la esposa de Zedillo, Nilda Patricia Velasco.

 

Quienes la conocieron o cruzaron palabras con la ex primera dama de 1994 al año 2000, podrán certificar que ese audio donde presuntamente se le vincula con el narcotráfico, es absolutamente falso.

 

Esa voz es de una mujer muy joven que en nada se asemeja a la de Nilda Patricia.

 

El colmo llegó a que diversos analistas y reporteros dieron por buena esa falsificación.

 

Así es que ahora la 4T ya tiene dos villanos, representativos de la verdadera oposición. 

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