Martín Aguilar
Amigos, familiares y compañeros dieron el último adiós a Ximena Guzmán, quien fue sepultada este jueves en un panteón ubicado entre los límites de Milpa Alta y el Estado de México.
La secretaria particular de la jefa de Gobierno capitalino, Clara Brugada, fue asesinada junto a José Muñoz en la mañana del martes 20 de mayo sobre Calzada de Tlalpan, a la altura de la colonia Moderna, en la alcaldía Benito Juárez.
El cuerpo de Ximena fue trasladado la noche de ese mismo martes a la agencia funeraria Gayosso Sullivan en la colonia San Rafael, donde permaneció hasta el mediodía del jueves 22 de mayo.
Pasaban de las 12:30 cuando salió el féretro a bordo de una carroza y acompañado de un cortejo fúnebre con vehículos de familiares y amigos.
Además se desplegó un fuerte operativo de seguridad, en el que participaron patrullas y "potros", como se les conoce a los policías en motocicletas, de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC).
Fue un largo recorrido desde la alcaldía Cuauhtémoc hasta Milpa Alta; finalmente a las 3:40 de la tarde llegó el cortejo al panteón, ubicado en los límites con Juchitepec, en el Estado de México.
Familiares y allegados de la servidora, juntaron la fuerza necesaria para echarse el féretro al hombro y trasladar el cuerpo de Ximena, bajo una intensa lluvia, hasta el lugar donde ya descansa en paz.
En el Cementerio Jardín de la Quietud, que fue sepultado el cuerpo de Ximena, entre porras, llanto y exigencias de justicia.
Decenas de flores y arreglos adornaron el ataúd antes del primer puño de tierra y al término fueron colocadas al rededor un par de coronas que fueron trasladadas hasta el lugar en muestra de cariño por parte de sus seres queridos.
Entre los asistentes destacó la presencia de la jefa de Gobierno, Clara Brugada, quien tuvo que salir anticipadamente de los eventos que ya estaban en su agenda para poder movilizarse, entre el caos de la ciudad y los bloqueos, hasta la periferia de la Capital.
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