Pareciera ser que la principal información del fin de semana fue la separación del cargo de Pablo Gómez Álvarez del cargo de titular de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF).
Tal vez esa fue la intención de la presidenta Claudia Sheinbaum, para cubrir el nombramiento más importante.
Casi de maneara paralela, la mandataria nombró a José Luis Rodríguez Díaz de León, como subsecretario de Política Criminal, Vinculación y Protección Civil en la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC).
Rodríguez Díaz de León, se venía desempeñando como presidente magistrado del Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje.
La designación de José Luis Rodríguez en dicho cargo tiene dos vertientes; la primera, es un reconocimiento a su desempeño en el Tribunal, pues por primera vez en muchos años, los asuntos sindicales fueron puestos al corriente.
La segunda vertiente, y la más importante, es el estratégico lugar al que llega para respaldar de manera incondicional el titular de la dependencia, Omar García Harfuch.
Rodríguez Díaz de León, es de los pocos funcionarios que forman parte del primer círculo de confianza de la presidenta.
Cuando Sheinbaum fue jefa de gobierno, José Luis, estuvo al frente de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social.
Durante la precampaña como aspirante a la candidatura a la jefatura de gobierno de García Harfuch, Rodríguez fue uno de los principales operadores del hoy titular de la SSPC.
De hecho, más allá de quienes se jactan de ser consejeros políticos de Harfuch, Rodríguez Díaz de León lo fue sin tanta presunción.
¿Cuál es el fondo de este movimiento de Sheinbaum? En los hechos, José Luis tendrá la tarea de apuntalar a Harfuch, para la aún distante fecha sucesoria de 2030.
El cargo de subsecretario es la forma más elegante de disfrazar la designación adelantada de jefe de campaña de Harfuch por no ser temporada electoral.
Adicionalmente, se trata de un contundente mensaje hacia el interior de Morena, de quién será el elegido.
Sheibaum lo hace en momentos de un ambiente político turbulento al interior de su administración.
En estos momentos están totalmente desprestigiados, dos de sus oponentes en la precampaña par suceder a Andrés Manuel López Obrador: Adán Augusto López y Ricardo Monreal.
Pero el mensaje más claro es un dardo directo al corazón de Andy López Beltrán, quien se paseó en Tokio, cual magnate encumbrado de la 4T.
Esa es la estratégica designación de José Luis Rodríguez, como operador -desde este momento- del aspirante Omar García Harfuch.
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