Un incendio consumió una vivienda de la colonia José María Morelos y Pavón, en Iztapalapa, y cobró la vida de José Luis, conocido por todos como "El Yuca", un hombre de 45 años que vivía solo y dedicaba sus días a reparar todo tipo de aparatos.
La emergencia se desató en el cruce de Congreso de Apatzingán y Cerrada de Totli, cuando las llamas, presuntamente provocadas por un cortocircuito, comenzaron a devorar la casa del hombre originario de Yucatán.
Ingresar al domicilio no fue sencillo. Bomberos tuvieron que abrirse paso entre un caos de bicicletas, piezas de lavadoras, motores de licuadoras, ropa y todo tipo de objetos que "El Yuca" acumulaba en su improvisado taller y que, además, alimentaban el fuego.
Era tal el desorden que incluso sofocada la emergencia, las labores para remover escombros y asegurar el lugar se prolongaron más de siete horas.
José Luis era un personaje de la cuadra; arreglaba autos, bicis, licuadoras y lavadoras, y aunque para algunos su hogar era un "taller de mil usos", para otros era simplemente un "desmadre".
El hallazgo del cuerpo ocurrió cerca del mediodía, cuando los rescatistas, entre humo y montones de fierros retorcidos, lograron ubicarlo y sacarlo con dificultad.
Afuera, familiares y curiosos observaban incrédulos, algunos sin poder creer que el hombre que siempre tenía las manos ocupadas con una herramienta hubiera encontrado la muerte entre las mismas piezas que lo rodeaban a diario.
Peritos de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México realizaron el levantamiento del cuerpo y se retiraron, pero los bomberos permanecieron en el sitio varias horas más, vigilando que ninguna chispa reavivara el fuego entre los restos de la vivienda de "El Yuca".
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