Tal parece que a la alcaldesa de Tláhuac, Berenice Hernández no le gustan las protestas, ni que se hable de su mal gobierno, no quiere que el pueblo se entere que no es capaz de autorizar vivienda digna, pero sí autorizó zonas residenciales que privatizan la vivienda.
Es que además de los asaltos, robos, homicidios, violencia contra las mujeres impera en esa demarcación, también hay que agregarle la corrupción porque su gobierno benefició con decenas de millones de pesos, a dos empresas que fueron señaladas en un presunto esquema de corrupción encabezado por Rigoberto Salgado, anteriormente alcalde de la demarcación.
En uno de los contratos se comprometieron 13 millones 993 mil 294 pesos, para que la Compañía Constructora Arasu rehabilitará el Deportivo Perú, y en otro se destinaron 12 millones 214 mil 927 pesos con el objetivo de que el Grupo Constructor Carson, hiciera estos mismos trabajos en la Alberca Pública Bicentenario.
En ambas empresas beneficiadas por la administración de Hernández, figura como apoderado José Luis Jiménez Temblador, según consta en documentos del Registro Público de Comercio; quien junto con sus hermanos Alejandro y Miguel Ángel, recibieron contratos por hasta 166 millones de pesos, por parte de Rigoberto Salgado.
También las empresas Jimbar, Enki Estudios, Compañía Constructora Arasu, Constructora Jintre y Grupo Constructor Carson habrían simulado competencia entre ellas, y si esto se le suma las protestas y manifestaciones que han realizado tanto sus habitantes y los Antorchistas, por lo que no los recibe a golpes y los reprime.
A Berenice Hernández le gusta a golpes por policías de la alcaldía cuando intentaban solicitar audiencia con alcaldesa, Berenice Hernández Calderón, se opone a que familias humildes cuenten con vivienda
Este miércoles 8 de octubre a las 7 de la mañana, antorchistas de Tláhuac acudirán de manera pacífica a Palacio Nacional para solicitar la intervención de la presidenta de la República, Claudia Sheinbaum, por la negativa de la alcaldesa de esta demarcación, Berenice Hernández Calderón, de otorgar la firma de autorización para que el Instituto de Vivienda (INVI) adquiera un predio para que en él se construya vivienda para gente humilde.
Cabe señalar que el Movimiento Antorchista viene gestionando ante el Gobierno capitalino vivienda para familias que carecen de ella, ante esto, el gobierno turnó para su solución el caso al INVI, quien propuso la adquisición de un predio en Tláhuac. En dicho predio, el INVI construirá vivienda que después sería otorgada para pagar a crédito a los beneficiarios, es decir, no se solicita regalada, como han venido mal informando las autoridades locales de Tláhuac a la población, ni tampoco sería construida en un área natural protegida, que ha sido otra mentira del gobierno local para desprestigiar la lucha de los antorchistas, aseguraron los afectados,
Asimismo, los antorchistas señalaron a la mandataria nacional, que mientras en Tláhuac las autoridades locales niegan vivienda a los pobres, autorizan la construcción de zonas residenciales, como la que se viene edificando en la avenida Guillermo Prieto de la colonia Miguel Hidalgo, y a la que la alcaldía le ha garantizado todos los servicios básicos, incluida el agua potable, a pesar de que este ha sido también otro de los pretextos de Hernández Calderón para negarse a otorgar la firma que le solicitan: que en Tláhuac no están resueltos todos los servicios básicos
También solicitarán apoyos para las familias afectadas por las recientes lluvias en Tláhuac, que perdieron sus pertenencias bajo el agua y necesitan recuperarlas.
Mientras su alcaldía se le cae pedazos, este viernes se le vio a Berenice Hernández se le vio con el alcalde de Milpa Alta, José Octavio Rivero Villaseñor en la feria nacional del mole, comiendo la enmolada más grande del mundo de 93 metros y luego que un reportero le preguntó si todo estaba bien en Tláhuac, dijo que sí, aunque la realidad es otra, porque tanto la delincuencia, la corrupción y los asesinatos van a la alta y sino pregúntenle al alcalde de Milpa Alta se les vieron muy alegres.
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