Rebeca Marín
El precio promedio de la canasta básica alimentaria alcanzó en mayo los 1,927.22 pesos, lo que representa una variación al alza de 1.18%, respecto al mes anterior, reportó la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC).
Al dar a conocer el resultado del monitoreo mensual de 44 productos básicos, la ANPEC informó que este aumento representó 22.56 pesos más, respecto al costo que promedió la CBA en abril.
Los cinco estados con la CBA más encarecida en el último mes resultaron ser Zacatecas 5.02%, Veracruz 4.60%, Oaxaca 4.15%, Durango 3.99% e Hidalgo 3.76%.
Respecto a los productos que más aumentaron en el último mes, la ANPEC mencionó el caso del jitomate con un aumento de 14.98%, que pasó de $22.83 a $26.25; chile poblano 7.11%, que pasó de $47,02 a $50,36; aguacate con un 6.84%, que pasó de $86.41 a $92.31; naranja 5.31%, que pasó de $29.16 a $30.70, y chile jalapeño 5.25%, que pasó de $30.40 a $32.00.
En la Ciudad de México, el precio de la canasta básica alimentaria promedió en mayo los 1,885.50 pesos, lo que significa un aumento de 34 pesos, respecto al mes anterior y de 130 pesos respecto a enero de 2025.
El Estado de México reporta la canasta básica más cara a nivel nacional, la cual alcanzó un precio de 2,242.80 pesos; es decir, 62.89 pesos más que en abril.
En estos momentos de incertidumbre e inestabilidad, la inflación alimentaria no cede, alertó Cuauhtémoc Rivera, presidente de la ANPEC al señalar que el INEGI reportó una inflación de 3.93% al cierre de abril.
Los precios de los productos alimentarios no paran de subir, por lo que llamó a no perder de vista que la gente que vive del trabajo y el esfuerzo, los más vulnerables, son los que gastan casi todo lo que ganan en su manutención; es decir, noventa centavos de cada peso que ingresan.
A este panorama inflacionario y de incertidumbre, indicó, se debe agregar que más de 70 millones de mexicanos están excluidos del sistema bancario, por lo que es necesario brindar mayor apoyo crediticio a las pequeñas y medianas empresas (pymes) que representan el 99.8% de los negocios del país.
"Son más de cinco millones de micronegocios que emplean a veinte de personas, de los cuales un tercio son operados y propiedad de mujeres, así como uno de cada cuatro se localiza al sur del país Este motor social anima al aparato económico, al consumo popular demandante, principal generador de derrama de dinero en la sociedad", explicó Cuauhtémoc Rivera, presidente de ANPEC.
"Este motor social casi se mueve por sí solo, sin recibir mayor apoyo crediticio de la banca, funcionando con sus propias fuerzas, y esto no debe continuar así", indicó.
Las empresas sociales se esfuerzan al máximo; sin embargo, no se puede hablar de bienestar, desarrollo económico y justicia social, mientras persista la falta de créditos y estímulos fiscales, así como un abasto con intermediarios, señaló Rivera.
"Si bien existen programas sociales de apoyo que buscan acortar la brecha de la desigualdad, estos no bastan porque los recursos son finitos y limitados. Urge fortalecer la actividad productiva de la población para que ganen por sí misma su autonomía y se vuelvan autosuficientes, capaces de sacar adelante sus vidas sin requerir apoyos gubernamentales", reflexionó Rivera.
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