Martín Aguilar
Con la exigencia de que sean respetados sus derechos y de que ninguna persona más de la diversidad sea víctima de homicidios por odio, además de que el gobierno los visibilice, escuche y atienda en todos los ámbitos, sin que los utilice para sacar un beneficio partidista, se llevó a cabo la marcha anual LGBTTTIQ+ 2025 del Monumento a la Independencia al Zócalo capitalino, donde se cerró el festejo con el Gay Pride, todo un espectáculo musical.
Un alto al discurso al odio y a ser empáticos con la comunidad de la diversidad fue la coincidencia de los participantes, al menos 250 mil que se dieron cita en los alrededores del Ángel de la Independencia, sobre las avenidas Reforma, Juárez, Lázaro Cárdenas y 5 de Mayo, de acuerdo con cifras oficiales, que sin ninguna pena vistieron a su gusto; algunos se atrevieron a marchar encuerados.
Sacaron del closet los trajes de princesas, de super héroes, lencería diversa y vestidos multicolores para ser portados por quienes se dieron cita en la 47 marcha del Orgullo Gay, maco ideal para manifestarse por parte de los de ese sector y demandar se respeten sus derechos y que la sociedad los acepte, porque aún hay mucha discriminación hacia ellos a pesar de los logros que han obtenidos a lo largo de una lucha de años.
Fue un día de fiesta con saldo blanco, sin altercados o discusiones entre grupos que pudieran surgir por la ingesta de bebidas alcohólicas, con presencia de personas de todas las edades y muchos de los presentes aprovecharon para que fuera una concentración familiar que disfrutaron por ho
Ideal resultó el momento para hacer negocio, vender todo tipo de artículos alusivos a la marcha, así como bebidas, sin hacer a un lado la cerveza que tuvo muy buena aceptación entre los asistentes que, sin bien refirieron que salieron a marchar para hacer una serie de peticiones, también para disfrutar la tarde y divertirse con sus seres queridos.
Toda una fiesta multicolor en la que no podía faltar la venta de comida, con diversos puestos ambulantes que se colocaron en Reforma y otras arterías por las que pasaron, como sucedió en Juárez donde Lady Tacos de Canasta hizo su agosto con la venta de cinco tacos por 80 pesos.
Carros alegóricos y grupos musicales como de batucada, formaron parte de la marcha al igual que diversos contingentes que tenían sus objetivos claros, como el de las personas de la diversidad con discapacidad, la Alianza Nacional de Marchas LGBTTTIQ+, Los 41 Moto Club Gay México, LGBTI Bikers, Mala Hierba, los defensores de las personas con VIH, así como promotores del uso del condón, el grupo que acudió para pedir justicia por tanto asesinatos, entre otros que estuvieron resguardados y vigilados por elementos de las Secretarías de Gobierno (SECGOB) y de Seguridad Ciudadana (SSC) de la administración capitalina.
La movilización de este año que inició a las 12:00 horas, tuvo como lema "Diversidad sin fronteras: justicia, resistencia y unidad", a fin de buscar la reivindicación de derechos y la lucha contra la discriminación.
Se demandó, en su momento, por la aprobación en el Congreso de la Ciudad de México de leyes integrales para personas trans y antidiscriminatorias, así como políticas públicas por parte del gobierno que garanticen la inclusión.
De diferentes formas se manifestaron, tal es el caso del sacerdote Ramiro Tepox, que llegó desde Puebla para participar. Señaló que aún y cuando por sus preferencias sexuales ya no pudo continuar su vocación y lo han hecho a un lado en la religión católica, su lucha es que tiene su propio grupo de oración en el que se lee la biblia con otro enfoqu
Portaba un letrero en el que se lía por un lado "soy sacerdote y son gay; el seminario es como un anexo, me silenciaron y me expulsaron por afirmar que Dios me acepta e incluye como soy". Al reverso el cartelón escribió: "Mi mamá le tiene más miedo al Dios de su religión, que a mi suicidio… si soy gay".
El sacerdote que da clases de doctrina en una universidad de Puebla dejó en claro que el cartel que mostró no era de frustración, sino de reclamo, porque no hay un avance real en aceptar a los de la comunidad. Lamentó que en su pueblo lo condenen y que no haya una apertura en el discurso de los que están al frente de los gobiernos.
Accedió a dar su testimonio el que se identificó como Artemisa, de 19 años y asistente a la marcha desde cuatro. Se describió feliz y protegido por su familia, pero aceptó que no son respetados los de la comunidad y que es muy difícil su caminar en la vida, aunque consideró que hay avances "pero se dan de manera lenta y no se hay paso a acciones por parte del gobierno".
Rogelio Barragán de 42 años y asistente a la marcha desde los 16, declaró que para él esa movilización anual "es el cierre de lo que hemos logrado y hecho a lo largo de todo el año, por la lucha en bien de la comunidad; hay mucho avance en cuestión de salud, pero faltan acciones para que reduzca más la homofobia".
Se describió feliz y orgulloso de lo que es, sin arrepentimiento alguno e hizo un llamado a las autoridades de que realmente los visibilice y atienda.
Ricardo Benja, del Grupo de Difusión del Cuero y la Piel, accedió a dar su punto de vista de la marcha y refirió que es parte de la comunidad inspirado por una tía trans, que luchó por que se les visibilice y el alzar la voz por tanta injusticia de que han sido víctimas los de la comunidad.
Nuevamente salieron a las calles los de la comunidad de la diversidad sexual, LGBTTTIQ+, para protestar por justicia, igualdad y derechos, pero, así como fue una marcha de luto por las muertes que ha habido, también fue de fiesta porque se sienten con mayor libertad.
Todos estuvieron representados, como las personas trans y no binarias, familias diversas y estudiantes, colectivos artísticos, sindicatos y organizaciones de la sociedad civil que, tras marchar del Ángel de la Independencia, se concentraron en el Zócalo para disfrutar del espectáculo en el que participaron Gala Montes, designada como Reina de la Marcha; Salvador Zarboni, Rey del Prie 2025; la Venenito; Los Wapayasos; Karina Torres, Kprichosas y Vanessa Labios.
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