El próximo domingo la presidenta Claudia Sheinbaum encabezará en el zócalo un acto multitudinario con motivo de su primer año de gobierno.
Paralelamente, la jefa de gobierno Clara Brugada, cumplirá su primer año de administración, aunque acudirá al pleno del Congreso de la Ciudad de México el domingo 12 de octubre.
Se trata de dos mujeres que dominan la política nacional y en la capital de la República.
Ambas pertenecen al mismo movimiento, pero están separadas por diferencias aparentemente irreconciliables.
La historia de esos desencuentros es la siguiente: Sheinbaum buscaba que Omar García Harfuch, fuese el candidato a jefe de gobierno en 2024.
Pero con la bendición del máximo líder de Morena, Clara Brugada se impuso y fue electa jefa de gobierno para el periodo 2024-2030.
Desde ese momento, las discrepancias se ensancharon. Solo aparecen juntas en eventos protocolarios ineludibles.
Al interior del gobierno y de Morena, son claras las divisiones entre los grupos de las dos mujeres más poderosas del país.
Cada equipo busca predominar en un escenario separado por unos cuantos metros: Palacio Nacional y del viejo Palacio del Ayuntamiento.
Pero el distanciamiento político es abismal. Y eso, abona a un paquidermo avance de las dos administraciones.
Ambas, la presidenta y la jefa de gobierno, caminan por sederos que se bifurcan, y rumbo al 2027 y luego en 2030.
¿Sheinbaum y Brugada son populares? Cada una y cada cual en su ámbito; frente a los retos por demás complicados.
La presidenta carga la pesada sombra de Andrés Manuel López Obrador, junto con la losa que le significan sus protegidos y recomendados.
Transita por dos rutas: luchar contra viento y marea para combatir el narcotráfico y la acendrada corrupción, por un lado.
Y por el otro: mantener una defensa constante del legado de López Obrador, y jefe real del "bastón de mando" que falsamente le entregó.
Por su parte, Brugada, hace frente a una complicada administración de la capital, azotada por increíbles daños sacados a flote por las torrenciales lluvias.
En cuestiones políticas, Clara tiene un importante reto: imponerse –junto con su equipo- como grupo dominante en la Ciudad dentro de la 4T.
De eso se podrá saber con claridad, tras los comicios federales intermedios de 2027. Solo es cuestión de tiempo.
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