Ataques a instalaciones petroleras de Arabia trastornan al mundo.

Por Pedro F. Tello

Durante la madrugada del sábado 14 de septiembre de 2019, medios locales informaron de varios incendios en las instalaciones petroleras de Abqaiq y Khurais, de la empresa Saudi Aramco en el oeste del Arabia Saudita;  más tarde se sabría que los incendios fueron productos de los ataques de 10 drones de los rebeldes Hutíes de Yemen.

La empresa petrolera informó más tarde, que los incendios ya estaban controlados y también señaló que se inició el proceso de reparación de los daños, aunque no informó cuándo volverán a funcionar ambas plantas adecuadamente.

Sin embargo, los efectos fueron devastadores, ya que  el campo de Khurais produce alrededor del 5% de todo el petróleo que se consume en el mundo, mientras que la refinería de Abqaiq tiene capacidad para procesar hasta 7% del suministro global de combustibles.

El ataque interrumpió la producción de 5.7 millones de barriles de crudo, lo que representa el 50% del total de la producción de Aramco.

Por su parte, el príncipe Abdulaziz bin Salmán, ministro saudita de Energía, informó en un comunicado publicado por la agencia de prensa Saudi Press Agency, que el ataque "llevó a la suspensión temporal de la producción en las instalaciones de Abqaiq y Jurais" y sus clientes sustituirán parte del suministro faltante con el uso de sus reservas de crudo.

El ataque de los Hutíes, ocurrió en momentos en que la petrolera Saudi Aramco acelera sus planes para cotizar en la bolsa de valores, lo que podría suceder este año.

También es importante señalar que el ataque se pudo haber efectuado en represalia contra  Arabia Saudita, ya que encabezó una coalición militar suní, que atacó a Yemen en el 2015, derrocando al entonces presidente yemení.  

Yahya Sarea, vocero del grupo Hutíe, declaró a la cadena al Masira TV, que habían desplegado una flota de 10 aviones no tripulados -drones- para perpetrar el asalto aéreo y también que habría más ataques de este tipo en el futuro.

 

Cabe señalar que el gobierno de Arabia Saudita acusa a la República Islámica de armar a los hutíes y responsabiliza de estar detrás de los atentados a los Chiitas de Irán.

Por otra parte Mike Pompeo, Secretario de Estado de los Estados Unidos, culpó directamente a Irán por el ataque con drones, ya que en su cuenta de Twitter escribió:

"Entre todas las peticiones de desescalada, Irán ha lanzado ahora un ataque sin precedentes contra los suministros energéticos del mundo (...) No hay pruebas de que los ataques llegaran de Yemen".

Teherán está detrás de cerca de 100 ataques en contra de Arabia Saudita mientras Rouhani (presidente iraní) y Zarif (canciller iraní) pretenden resolverlo mediante la diplomacia".

Medios locales señalaron que el gobierno estadounidense difundió imágenes satelitales y citó informes de inteligencia para respaldar sus acusaciones contra Irán.

Por su parte, Irán negó estar implicado en los ataques reivindicados por rebeldes hutíes yemeníes.

 

Los efectos del ataque.

Derivado de la baja en la producción de petróleo crudo árabe y combustibles, el lunes 16 de septiembre, el crudo del Brent aumentó casi 20% hasta alcanzar su cotización más alta en los últimos cuatro meses, aunque luego retrocedió ligeramente, con lo cual se incrementaron rápidamente los precios de las gasolinas en el mundo.

Hasta el viernes antes del ataque el costo de un barril Brent era de US$60 y este lunes se alzó hasta los US$71,95.

Es importante considerar que podrían aumentar todavía más los precios del petróleo y la gasolina, ya que Arabia Saudita es el principal productor y exportador de petróleo en el mundo, con una producción diaria cercana a los 11 millones de barriles.

Sin embargo, es factible que los precios del crudo se estabilicen  internacionalmente, ya que Donald Trump, presidente de Estados Unidos, anunció que autorizaba el uso de la reserva estratégica de petróleo de su país en caso de necesidad, "en montos suficientes para mantener los mercados bien abastecidos".

-"Mucho petróleo"-, tuiteó Trump al hacer el anuncio.

Con todo lo anterior, podemos observar que convenientemente, después del atentado, se incrementan las ventas del petróleo crudo y combustibles norteamericanos y vuelve a quedar mal Irán, que estaba a punto de retomar negociaciones con Reino Unido, Alemania y Francia, quienes desde el 29 de julio de 2019, redoblan esfuerzos para salvar el acuerdo nuclear con Irán, donde se verían beneficiados esos países europeos con un millón de barriles de petróleo iraní diarios, a precios muy accesibles. Sin embargo dicho acuerdo ha sido continuamente saboteado por los EE.UU. e Israel.

Arabia Saudita también tiene en sus reservas unos 180 millones de barriles de crudo almacenados, en muchos casos en lugares próximos a sus clientes de Asia y Europa, por lo que se cree que podrá cumplir con sus compromisos en el corto plazo.

Por su parte, el presidente de México Andrés Manuel López Obrador (AMLO) informó que los ataques no afectará la estabilidad en los precios de gasolina.

"Con este atentado, a pesar de los ajustes al alza en los precios del crudo, nosotros estamos protegidos", aseguró durante la conferencia matutina del martes 17 de septiembre, donde también señalo "que no va a haber variaciones de precios en las gasolinas, vamos a seguir manteniendo el compromiso de que no aumente el precio de los combustibles en términos reales".

También señaló que "como somos compradores de gasolina y diésel puede perjudicar, pero tenemos asegurado el abasto de gasolinas sin ningún problema por importaciones y también porque ha aumentado la capacidad de producción de las plantas de Pemex".

Con la declaración de AMLO de que el atentado puede perjudicarnos porque somos importadores de gasolinas, dejó abierta la puerta a algún incremento en  precio en los combustibles, por esa razón, sin embargo, en este momento es muy prematuro asegurarlo.

Con información de: AFP, Reuters y Notimex.

 


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