Rebeca Marín
En la Ciudad de México, el asfalto se transforma. No sólo por el paso de autos y camiones, sino por una nueva apuesta: la bicicleta. La Jefa de Gobierno, Clara Brugada Molina, lo ha dejado claro. Su administración pedalea con rumbo fijo hacia un modelo de movilidad más limpia, equitativa y sostenible. Y para lograrlo, invertirá cien mdp para construir 300 kilómetros de ciclovías adicionales en los próximos años.
El primer paso será ambicioso: 80 kilómetros en 2025. Y no serán rutas marginales o simbólicas. El proyecto arranca en Tlalpan, donde se pretende habilitar una vía ciclista de 34 kilómetros, desde Renato Leduc hasta Tlaxcoaque, en pleno centro histórico.
La red se extenderá también por Lorenzo Boturini, Eje 5, Eje 6 Sur, Miguel Ángel de Quevedo, Taxqueña, División del Norte, Acoxpa y Ponciano Arriaga, entre otras avenidas estratégicas del sur y oriente capitalino.
"Queremos consolidar a la Ciudad de México como la capital de la movilidad ciclista", dijo Brugada, quien apuesta por dejar atrás el modelo centrado en el automóvil.
Pero no se trata solo de sumar kilómetros. El Plan Ciclista 2025-2030 también contempla el mantenimiento integral de la infraestructura existente. La ciudad ya cuenta con 553 kilómetros de ciclovías, pero muchas necesitan mejoras, señalización o intervenciones correctivas.
En paralelo, se prevé una expansión radical de los biciestacionamientos: de 10 a 50 en tan solo un año. De estos, seis serán masivos, con capacidad para albergar hasta 200 bicicletas cada uno.
Y como columna vertebral del sistema, el programa Ecobici también será reforzado. Actualmente, la flota oscila entre 9,200 y 9,300 unidades. La meta es duplicar esa cifra y alcanzar 20,000 bicicletas públicas en operación para 2026.
La estrategia incluye también una apuesta por el deporte y la legislación. En 2025 comenzará la construcción de un velódromo en la alcaldía Gustavo A. Madero, infraestructura que servirá para promover el ciclismo de alto rendimiento.
Además, desde el gobierno local se impulsará la armonización de la Ley General de Seguridad Vial con el Reglamento de Tránsito de la CDMX, una medida necesaria para garantizar mayor seguridad a quienes se desplazan sobre dos ruedas.
"Estamos convencidos de que la bicicleta es clave para hacer de esta ciudad un lugar más humano, más limpio y justo", concluyó Brugada ante medios y colectivos ciclistas.
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