Andrés Manuel López Obrador, apareció públicamente para votar en la elección judicial en Palenque, Chiapas.
De inmediato acaparó los reflectores, principalmente por los comentarios en torno a su real lugar de residencia.
Visiblemente delgado, el ex presidente opinó: "tenemos a la mejor presidenta del mundo: Claudia Sheinbaum".
Sabedor de que atrae a las masas, el político de Tabasco sufragó en favor de su proyecto para desmantelar al Poder Judicial.
Pero la lectura más importante fue ayudar a que la ciudadanía participara y acudiera a las urnas.
Fue una estrategia calculada para evitar que naufragara la elección que primera vez se celebra en la historia de México.
Son diversas razones que con seguridad motivaron a que López Obrador saliera a votar este domingo.
La primera y más importante, la reducida participación de la ciudadanía, proyectada por el oficialismo en un aproximado del 20%.
Es decir que, de un padrón de casi 100 millones de electores, habría un máximo de 20 millones de votantes, lo que, hasta el cierre de las casillas, se veía muy distante de alcanzar.
Las primeras estimaciones, registraban una participación menor al 16%, lo que de ninguna manera podría calificarse como un éxito.
Una segunda variante que motivó el abstencionismo fue la campaña de diferentes sectores de la sociedad para no votar.
Incluso, una con concurrida movilización en contra de la elección judicial se celebró este mismo domingo en Paseo de la Reforma.
En redes sociales un movimiento anti elección judicial, se activó con semanas de anticipación.
En distintos momentos y escenarios, el sector financiero del país, externó su preocupación por los riesgos que implicaba la elección judicial.
Poe ejemplo Morgan Stanley degradó la recomendación para invertir en México por la reforma al Poder Judicial.
A su vez, Citibanamex advirtió riesgos por la citada reforma, así como la sobrerrepresentación de Morena en el Congreso.
Bank of America calificó de "muy alto riesgo" la reforma; la agencia Fitch Ragtings, señaló que podría impactar negativamente en México. "Focos rojos", señaló el Banco Suizo.
En el plano internacional, la situación no fue diferente. Margaret Satterhwaite, relatora especial de Naciones Unidas, pidió reconsiderar la iniciativa.
La Asociación Internacional de Jueces en Roma, se pronunció en contra a la Reforma al Poder Judicial.
La Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), recibió la petición de jueces y magistrados de suspender dicha reforma por posibles violaciones a los derechos humanos.
Y un sinfín de instituciones privadas, del sector económico, universidades, facultades, colegios y empresariales expresaron su preocupación.
Por lo pronto reapareció López Obrador como activista de su propio proyecto.
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