La cruzada realizada en Estados Unidos contra las acciones violatorias de la Constitución y de los derechos humanos ejecutadas por el gobierno de Donald Trump, a través de una cadena de protestas que fueron llevadas a cabo en casi todo el territorio de ese país bajo la consigna NO KING, han sido una reveladora y mayúscula evidencia del rechazo popular a un estilo de gobierno que raya en lo demencial.
Los infiltrados en las marchas de protesta celebradas en Los Ángeles por las inhumanas redadas ordenadas por Trump, igual que lo que ocurre en México, son agentes provocadores que tiene a su servicio el aparato metaconstitucional del habitante de la Casa Blanca.
Todo indica que la estrategia de Donald Trump de imponer sus criterios antiinmigrantes y arancelarios como una forma de recuperación de valores nacionales y políticas salvadoras de la economía estadounidense, está fracasando rotundamente.
Como mexicano que comprende el fenómeno migratorio en sus vertientes más importantes como son la falta de niveles socio-culturales que señalan en su texto "Porqué Fracasan las Naciones", Daron Acemoglu y James A. Robinson, así como la corrupción gubernamental que sigue condicionando el desarrollo de nuestro país, considerada como uno de los factores primordiales del estancamiento tanto democrático como económico que sufrimos desde hace ya más de 12 sexenios, tengo que aceptar que el nazismo migratorio impuesto por Trump, es de una gravedad tan grande como lo es la cosmética política migratoria que tiene el gobierno mexicano.
Una política migratoria nacional la nuestra, que permite absurdos tan grandes como el sostener a un encargado de Instituto de Migración, Francisco Garduño, después de que por una negligencia criminal de esa institución cuando él la dirigía y que ocasionó la muerte de varias decenas de migrantes centroamericanos hacinados en un retén en Ciudad Juárez, que no fue otra cosa que el hecho de todo un gabinete y un poder legislativo que se sometieron a los designios de un mandatario necio y caprichoso como lo fue Andrés Manuel López Obrador.
Trump está fracasando en su estrategia contra los inmigrantes ilegales que llegan a su país por la porosa frontera mexicana.
Por ello, el mandatario de EU recurre a las acciones racistas, inhumanas y sin duda escenográficas, con una dosis enfermiza de maldad, como han sido las redadas operadas desde la semana pasada en Los Ángeles.
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