Martín Aguilar
Con motivo del Día Mundial de las Personas Refugiadas, celebrado este 20 de junio, la organización Reporteros Sin Fronteras (RSF) alertó sobre el creciente número de periodistas que se ven obligados a huir de sus países debido a la represión estatal y amenazas por ejercer su profesión.
Desde 2021, RSF ha brindado asistencia a mil 270 periodistas exiliados, una cifra en constante aumento.
"Los periodistas exiliados son a menudo la única fuente de información independiente sobre los países que han tenido que abandonar. Defenderlos es preservar un antídoto poderoso contra la desinformación", señaló Antoine Bernard, director de Asistencia e Incidencia de RSF.
De Afganistán, Rusia, Irán, Sudán, Birmania, China o Nicaragua, cientos de reporteros huyen cada año para preservar su integridad física y su derecho a informar. Muchos llegan a países vecinos o de tránsito donde enfrentan nuevos riesgos: detenciones, expulsiones o el acoso transnacional.
Los periodistas afganos representan más del 43 por ciento del total de exiliados apoyados por RSF desde 2021. El retorno al poder de los talibanes ha desmantelado el periodismo independiente en ese país. En Pakistán —país de tránsito para muchos de ellos— las condiciones se han vuelto particularmente adversas: visados reducidos a un mes, trámites interminables y amenazas constantes de deportación.
El acoso policial es cotidiano. La policía realiza redadas en busca de afganos sin visado. Si los encuentran, los detienen y los expulsa, Relato de periodistas afganos anónimos.
En Irán, una de las naciones con mayor número de periodistas encarcelados, RSF ha auxiliado a 86 reporteros exiliados. La represión estatal incluye condenas severas tras juicios injustos, pero también una campaña de vigilancia y acoso transnacional para silenciar a quienes informan desde el extranjero.
Los periodistas iraníes, desde Estados Unidos, Europa o Reino Unido, continúan enfrentando amenazas virtuales, agresiones físicas e intimidación estatal, incluso fuera del territorio iraní.
Un llamado a los Estados democráticos
Ante este panorama, RSF exhorta a los gobiernos democráticos a:
• Establecer visados de emergencia y permisos de residencia permanentes para periodistas en riesgo.
• Garantizar acceso a programas de reasentamiento.
• Facilitar que los exiliados puedan seguir ejerciendo el periodismo.
• Protegerlos de medidas de expulsión y ataques.
• Reconocer legalmente que los periodistas amenazados califican como refugiados.
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