Martín Aguilar
Por años las personas de la comunidad trans han sido violentadas en todos los sentidos, discriminadas, marginadas, excluidas, rechazadas tanto en sus familias como en escuelas y trabajos, así como también en las instituciones que presuntamente deberían velar por protegerlos como un sector vulnerable, aislado y violentado sistemáticamente".
Ante estos hechos "nuestra tarea, como legisladores es reconocer y construir mecanismos para permitir la libre determinación y desarrollo de los ciudadanos transgénero, transexuales, travestis, intersexuales y personas no binarias, sin duda una sociedad democrática se mide por la universalidad de sus derechos".
Es por eso, manifestó la Diputada del tricolor Silvia Sánchez Barrios, que es necesario ayudar de forma inmediata a este sector por lo que propuso que tanto las 16 Alcaldías, las Secretarías de Inclusión y Bienestar Social, así como la de Salud deberían ampliar el alcance del programa de apoyo económico para la atención en materia de salud de este grupo.
Asimismo, la legisladora consideró renombrar dicha ayuda como "Apoyo económico para la atención en materia de salud de las personas transgénero, transexuales, travestis, intersexuales y personas no binarias".
Al ahondar sobre el rechazo social sobre las personas trans dio las siguientes estadísticas con base al documento titulado Discriminación por motivos de Orientación Sexual e Identidad de Género del 2018 para México, "donde se afirma que 7 de cada 10 miembros de la diversidad sexual sufrieron discriminación en los servicios de salud, 5 de cada 10 tuvieron que ocultar su orientación o identidad de género, 4 de cada 10 no recibió el servicio o tratamiento adecuado, 3 de cada 10 sufrió malos tratos o humillaciones, 3 de cada 10 sufrió que le minimizaran su padecimiento y a 1.5 de cada 10 personas se les sugirió que "curaran" su condición.
Sobre esto último agregó "como olvidar que en junio de 2018, cuando la Organización Mundial de la Salud retiró el término "transexual" de la lista de desórdenes mentales en su Clasificación Internacional de Enfermedades, sustituyéndolo por el de "incongruencia de género" entonces sólo así fue posible dejar de considerar a la transexualidad como un trastorno mental.
La representante popular dijo también "es importante que este sector cuente con este tipo de apoyos económicos debido a que algunos tienen un estado de salud precario por diversas enfermedades como el VIH pero no cuentan con dinero para enfrentar este mal.
Y de nueva cuenta, la promovente de este punto de acuerdo hecho mano de datos estadísticos para demostrar su dicho es así como señaló lo siguiente: "La taza de VIH en mujeres transexuales que son trabajadoras sexuales es de 16 por ciento, solo superada por el 24 por ciento de los hombres que ejercen el trabajo sexual y el 17 por ciento de la tasa de hombres que tienen relaciones sexuales con hombres según datos del Centro Nacional para la Prevención y Control del VIH".
Concluyó diciendo "hay que resarcir la deuda histórica e institucional que tenemos con ellos pues siguen viviendo situaciones que vulneran sus derechos humanos y los mantienen como ciudadanos de segunda clase".
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