La Barriada/Martín Aguilar/La mano que mece la cuna

Dicen que la jefa de Gobierno está fascinada con Omar Hamid García Harfuch, quien, de la noche a la mañana, se ha convertido en el hombre que le saca adelante muchos de los asuntos más importantes en la capital.

 

El trato que Claudia Sheinbaum le dispensa a su jefe de Policía no lo tiene ni Obama; ya lo quisiera algún otro miembro del gabinete. Y es que, a pesar de que la SSC es quizás el área más difícil del gobierno, es ahí donde se han visto resultados.

 

Con un perfil discreto, concentrado en las tareas que le tocan hacer, García Harfuch toma cada vez más relevancia en medios y entre la propia ciudadanía, al grado de que, sin ser un político de carrera, cada vez lo requieren más para apoyar otras tareas.

 

Lo mismo destraba bloqueos de transportistas cuando pretenden estrangular la ciudad, que cierres de vías, manifestaciones y, más recientemente, operativos para ayudar a paliar las afectaciones de movilidad por el cierre de líneas del Metro.

 

Y no porque a él le correspondan, sino porque Sheinbaum sabe que siempre que lo requiere para corregir tareas que dejan de hacer otras áreas, regularmente él le saca las castañas del fuego.

 

A lo mejor por eso Martí Batres echa la concha y no se mete a desactivar conflictos, aunque todo el mundo sepa que van a ocurrir. En lugar de prevenir, el funcionario deja que éstos fluyan, al fin que ya sabe que alguien más los va a resolver.

 

Al estar más preocupado por meterle el pie a sus competidores, el secretario de Gobierno ratifica que sigue siendo el porro de siempre. Aspira a ser gobernante, pero no ha evolucionado; lo suyo es la grilla.

 

Por el contrario, haciendo la chamba que le toca, Omar Hamid se ha ido posicionando entre la misma ciudadanía, que ya lo hace pintar entre los punteros para la Jefatura de Gobierno en 2024.

 

En el círculo cercano a Claudia tienen clara la simpatía que le profesa la titular del Antiguo Ayuntamiento.

 

Si ya muchos habían notado ese trato, el operativo del martes pasado en Topilejo, donde la Policía atrapó a una banda de presuntos integrantes del Cártel de Sinaloa, con

 

drogas y armas largas, puso al funcionario en los reflectores nacionales.

 

El enfrentar a bandas del crimen organizado trae a la mente de los capitalinos el atentado sufrido por el jefe de Policía hace más de un año, donde murieron dos de sus escoltas y el funcionario resultó herido.

 

Esa agresión fue el parteaguas para García Harfuch, pues muchos lo llegaron a considerar, incluso, como el héroe que arriesga la vida para defender a los ciudadanos.

 

Esta semana ha sido tema de portadas y noticias nacionales por frenar a Los Chapitos en la CDMX, lo que le acarrea reflectores. El problema es que también le crea enemigos al interior de la 4T, pues lo ven ya como un rival de peligro en la carrera por el gobierno capitalino.

 

Con balazos y no abrazos, Omar Hamid empieza a tomar vuelo. 


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