Martín Aguilar
El Ajusco, ubicado en la zona de la alcaldía Tlalpan, se ha convertido en un punto de interés para las autoridades de seguridad de la Ciudad de México y para colectivos de Madres Buscadoras. Aunque no existe una cifra oficial, se estima que hay más de 300 reportes de personas que se han perdido en esa zona desde 2017 y no han sido localizadas.
Es un sitio visitado por familias para realizar actividades recreativas como senderismo, ciclismo o montañismo; sin embargo, es un espacio ambivalente, donde se presentan desapariciones, inseguridad y el hallazgo de restos humanos alrededor de la zona natural protegida, convirtiéndola en un punto de riesgo.
Desde el pasado sábado 12 de julio, autoridades, grupos civiles de búsqueda de personas y rescate alpino no han detenido las labores de búsqueda para localizar a Ana Amelí, la joven de 19 años y de quien se perdió contacto luego de subir al Pico del Águila.
Las autoridades capitalinas han desplegado cinco equipos integrados por más de 100 personas, en las que participan bomberos, rescatistas y colectivos civiles especializados en la búsqueda de personas, apoyados por un helicóptero de la Unidad Águila de la Secretaría de Seguridad Ciudadana y una flotilla de drones.
El perímetro de búsqueda se ha extendido entre Pico del Águila, y Cruz del Márquez, así como Valle de la Cantinflora, Abrevadero, Parres y sus inmediaciones, priorizado áreas estratégicas basadas en la información recabada.
A pesar de su belleza y majestuosidad, en los últimos años el Ajusco es considerado como una zona de riesgo debido a problemas de inseguridad, especialmente en los sitios más alejados y poco visitados, donde incluso se han encontrado restos humanos.
Aunque no hay una cifra oficial de cuántas personas se pierden cada año en Ajusco, se estima que hay más de 300 reportes de personas que se han perdido en esa zona desde 2017 y que no han sido localizadas.
Además, en los últimos años, colectivos de madres buscadoras de la Ciudad de México y de diversos estados del país se han enfocado en la zona boscosa y carreteras del Ajusco, debido al hallazgo de restos humanos en distintos puntos, por lo cual la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México ha abierto carpetas de investigación para determinar su origen.
El Ajusco es el área natural protegida más importante e imponente de la zona metropolitana del Valle de México, cuenta con una extensión de 920 hectáreas y es el punto más alto de la Ciudad de México con 3 mil 930 metros sobre el nivel del mar.
Es el lugar preferido de las familias capitalinas para pasar el fin de semana, ya sea para comer algún antojito en alguno de los restaurantes que se ubican en la zona, realizar actividades recreativas como senderismo, ciclismo o montañismo o simplemente caminar rodeado de la tranquilidad de la naturaleza y alejado del bullicio de la gran ciudad.
El Ajusco, que en náhuatl significa "floresta de agua" se ubica en el extremo suroeste de la Ciudad de México, abarca la zona alta de la alcaldía Tlalpan y limites del Estado de México, formando parte de la cadena montañosa de la Sierra de Ajusco-Chichinauhtzin, que limita al oeste con la Sierra de las Cruces y al este con la Sierra Nevada.
Para subir al Ajusco, es crucial llevar calzado adecuado para montaña, ropa abrigadora y protección contra la lluvia, así como llevar suficiente agua y alimentos. Los senderistas y montañistas deben informar a alguien sobre su ruta y horario de regreso, incluso llevar un GPS o brújula si la persona no está familiarizada con la zona.
Los paseantes no deben subestimar el clima de la montaña, que puede cambiar rápidamente, por lo que es indispensable mantenerse atento a las condiciones climáticas e incluso posponer el ascenso si hay neblina o niebla.
Los expertos recomiendan a las personas que no tienen experiencia en el senderismo, contratar un guía o unirse a un grupo organizado y nunca subir solo.
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