Gobierno de Sheinbaum es insensible a la ciudadanía y no cumple con los transportistas

Martín Aguilar

 

Sin un rasgo de empatía con los ciudadanos y de sensibilidad para cumplir las promesas realizadas a los miembros de Fuerza Amplia de Transportistas, la administración de la Ciudad de México que encabeza Claudia Sheinbaum Pardo ha dado muestras de su carencia de conocimiento y tacto político para gobernar la capital del país, al negarse a dar solución a la miseria en que se encuentra el gremio que mueve al 80 por ciento de los ciudadanos, quienes ya no podemos vivir con una tarifa de 5 pesos, mientras ellos se gastan un presupuesto enorme y dispar con lo que nosotros cobramos. 


La dirigencia colegiada de Fuerza Amplia de Transportistas (FAT) sostiene que cuando el Gobierno de la CDMX debía salir a dar una solución definitiva sobre la promesa que hicieron sus funcionarios los días 6 y 22 de abril después de tres años de diálogo, mejor salieron en una rueda de prensa a decirle a la ciudadanía que los vamos a molestar y que harán un operativo para darles alternativas para llegar a sus destinos.

 

La única propuesta que tienen es decir que siguen abiertos a las mesas de diálogo. Son tres años y más de 60 mesas de trabajo y nada han resuelto a un problema que ya es una violencia económica, social y política en contra nuestra.

 

Por esto mismo, responsabilizamos a la Jefa de Gobierno Claudia Sheinbaum Pardo, a su secretario de Gobierno Martí Batres Guadarrama, a su secretario de Movilidad, Andrés Lajous Loaeza, al subsecretario de Gobierno, Ricardo Ruiz Suárez y el subsecretario de Transporte, Luis Ruiz Hernández de las afectaciones al tiempo y economía de las personas y las empresas de la Ciudad de México por los bloqueos del día de mañana.

 

El gobierno entrega un subsidio de 8.50 pesos a cada persona que transporta en la RTP (Red de Transporte de Pasajeros) y de 25.80 para quienes viajan en el autobús porque sus costos reales para transportar a una persona son de 13.50 y 30.14 pesos. Y quiere que nosotros demos un servicio de primera con una tarifa de quinta, y que nos quedemos callados. Pero eso ¡ya es imposible!

 

Pero también, si el Gobierno considera que se puede mover a una persona con 5 pesos, entonces hay un gran signo de corrupción en la forma cómo opera su transporte y eso debe ser investigado por las instancias correspondientes.

 

Reiteramos a los medios de comunicación y a la ciudadanía en general que somos la ciudad en el país que más barato está cobrando el pasaje, 5 pesos, frente a los 12 pesos que se cobran en Monterrey o el Estado de México; los 13 pesos que pagan los usuarios en Saltillo 13 pesos y los 14 pesos que cuesta moverse en Mexicali.

 

El sistema Metrobús, otro transporte del Gobierno se encuentra en quiebra y desde 2019 han tenido que inyectarle recursos porque de otra forma ya no podría dar servicio. Ese año le inyectaron un mil 800 millones de pesos de subsidio, en 2020 fueron dos mil millones y este año serán dos mil doscientos millones de pesos.

 

El subsecretario de Gobierno Ricardo Ruiz nos dijo en la mesa del 6 de abril que la situación era clara, que la jefa de gobierno tenía la información y que sólo faltaba establecer el cuándo y el cuánto del incremento a la tarifa. Posteriormente el secretario de Gobierno Martí Batres dijo que asumía y reafirmaba los acuerdos con Ricardo Ruiz y Andrés Lajous y el 22 de abril nos dijeron que no nos querían tomar el pelo, pero que el cuándo sería en mayo y que ese mes se daría a conocer el cuánto, que nunca llegó.

 

Los transportistas de la Ciudad de México no queremos más, pero tampoco menos. Sólo queremos que se nos haga justicia y que se nos otorgue un incremento inmediato y justo a la tarifa por 3 pesos para llegar a 8, porque en realidad el precio de una tarifa técnica hoy, analizados los precios de los insumos, de los autobuses y toda la carga social, sería de un mínimo de 13.50 pesos. 


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