Coordenadas Políticas/Martín Aguilar/Reforma a modo

Pablo Gómez Álvarez bien podría ser llamado el "señor plurinominal" por su acceso con facilidad al Congreso de la Unión.

 

Ha sido cuatro ocasiones diputado federal, de las cuales dos fue plurinominal, además de senador de la República de 2006 a 2012.

 

De hecho, fue uno de los principales beneficiados de la reforma electoral impulsada por Jesús Reyes Heroles en 1977.

 

En 1979 se convirtió en el primer diputado plurinominal del Partido Comunista; después lo fue por la misma vía del Partido Socialista Unificado de México (PSUM).

 

Luego continuó su carrera legislativa en las filas del Partido de la Revolución Democrática (PRD) del cual fue presidente al suceder a Andrés Manuel López Obrador en el año 2000.

 

Por cierto, Gómez Álvarez fue uno de los principales adversarios de Obrador, puesto que denunció que el tabasqueño incumplía el requisito de residencia para aspirar a la candidatura a jefe de gobierno.

 

En esa fecha y en 2006, Pablo buscó la candidatura para ocupar el viejo Palacio del Ayuntamiento, pero fracasó primero ante López Obrador y después ante Marcelo Ebrard.

 

De todo lo anterior, se desprende que el responsable de desaparecer las candidaturas plurinominales, siempre ha vivido del erario, incluso hasta el último cargo antes del actual.

 

Además, denunció que los dirigentes políticos mantienen como "monopolio" esa figura de representación ante el Congreso Federal.

 

Olvidó que su acceso a la Cámara de Diputados, fue por esa misma vía. Y por su papel y ubicación política, con seguridad buscará llegar al Congreso en 2027 por esa misma vía. Solo es cuestión de esperar esa fecha.

 

De hecho, dentro de la clase política la mayor cantidad de legisladores plurinominales, procedieron de los partidos minoritarios, con escasa posibilidad de acceder mediante el voto a la Cámara federal.

 

Aunque es distante la presentación de la iniciativa de reforma político electoral, ésta enfrentará los más fuertes escollos al interior del régimen.

 

No son pocas las voces que han mostrado resistencias al planteamiento de la presidenta Claudia Sheinbaum.

 

Cobra fuerza la oposición a desaparecer o disminuir la figura plurinominal, especialmente entre el morenismo.

 

Eso sucede de manera paralela al rechazo a prohibir el nepotismo y la reelección, propuesta también de la presidenta.

 

Lo que se observa es que la mandataria prácticamente está solo rodeada de su primer círculo en esa ruta.

 

Todo el entorno obradorista parece oponerse a sus proyectos. Ejemplos especialmente en la Cámara de Diputados y en el Senado.

 

De entrada, es difícil que la propuesta de reforma sea presentada durante el periodo que está por iniciar el 1 de septiembre.

 

En el mejor de los casos, podría iniciar la ruta legislativa durante el periodo que inicia en marzo de 2026, algo difícil de avanzar por la cercanía del arranque del proceso electoral que iniciará en septiembre de ese año.

 

Así el sombrío panorama de una reforma electoral que bien podría considerarse como innecesaria. 

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