Martín Aguilar
Al menos cuatro colonias del municipio de Nezahualcóyotl permanecen bajo el agua después de las fuertes lluvias del pasado sábado 27 de septiembre.
Durante un recorrido se apreciaba a los vecinos de la Segunda Sección de la colonia Metropolitana, que lavaban sus patios o cocheras.
"El agua alcanzó a entrar hasta el comedor, pero lo que más me preocupa son mis bafles porque son cuatro y cada uno cuesta 30 mil pesos", platicaba el señor Víctor.
Dijo que, para contener un poco el agua, colocó tres ladrillos que fueron pegados con mortero, donde el bulto de 20 kilos le costó mil 600 pesos y, solo así, no se inundó del todo su vivienda.
Entre los colonos de esta zona y los trabajadores del ayuntamiento limpiaban algunos predios, esto, si el agua contaminada lo permitía, debido a que en algunos domicilios aún se veía complicado.
La señora Eloisa, quien caminaba entre desechos, se mantenía atenta a las brigadas de limpieza para que sanitizan su cisterna.
"Se supone que no cobran los del municipio, pero yo tengo ahí 150 pesos para darles y me echen la mano", confesaba.
Jeringas, botes de leche, desperdicios de comida, plásticos, entre otra basura se veía flotar en un extenso espejo de agua que invadía la calle Escalerilla, por mencionar una de varias afectadas por el agua pluvial
Personal del municipio de Nezahualcóyotl llegaron a brindar los apoyos, con una participación de mil 500 empleados.
"Nosotros vamos a realizar trabajos de limpieza tanto en la calle como en las casas", señaló José, trabajador del ayuntamiento.
Según los informes proporcionados, las colonias afectadas hasta ahora son Las Águilas, Evolución, Vicente Villada, así como las tres secciones de la Metropolitana.
Armados con botas de lluvia, escobas y cubetas, se veían a decenas de soldados de la limpieza ayudando a los moradores afectados.
Además, otra de las labores que desarrollaron fue brindar la asistencia a los peatones para pasarlos de una calle a otra a bordo de un cuatrimoto.
A pesar de ello, los habitantes de las zonas críticas denunciaron que el personal del municipio reaccionó hasta el lunes, es decir a 48 horas del fuerte torrencial.
Algunos abren sus comercios
La óptica de José Luis quedó seriamente afectada por el agua que alcanzó el medio metro de altura.
"El sábado se fue hasta adentro y dañó unos aparatos que tengo, aún no sé en cuánto saldrá la compostura", platicaba con un gesto de preocupación.
Sin embargo, los propietarios de otros establecimientos como tiendas de abarrotes decidieron abrir para no perder más ventas.
Algunas personas utilizaban botas especiales para llegar a los comercios, otros amarraron bolsas de plástico para cubrir su calzado de manera improvisada.
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