Las aguas residuales de Tijuana, Baja California, y Ciudad Juárez, Chihuahua, tienen medicamentos y drogas como la metanfetamina o la cocaína, de acuerdo con investigaciones de la Universidad de California y de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez.
Académicos de la universidad analizaron la calidad del agua y del aire en zonas donde desemboca el río Tijuana en Estados Unidos, afluente que recibe millones de galones de aguas residuales que terminan en el océano Pacífico. Los investigadores encontraron residuos de drogas ilícitas que incluso podrían llegar a transportarse en el aire cerca del afluente.
El estudio, publicado en la revista Science Advances, menciona que compuestos tales como químicos de neumáticos y productos de cuidado personal, están disueltos en el agua, pero que pueden dispersarse por el aire.
Estas muestras de agua y partículas dispersas por el aire fueron recabadas en diferentes puntos cercanos a los ríos. La muestra más al sur fue recabada en el Border Field State Park, a dos kilómetros de la desembocadura del río Tijuana, y se hicieron otras cuatro muestras cada vez más al norte de California en Estados Unidos, hasta llegar al Muelle de la Scripps Institution of Oceanography, a 36 kilómetros del afluente.
En estas muestras encontraron 12 químicos como el octinoxato, presente en bloqueadores solares, la dibenzilamina, que es un aditivo presente en neumáticos de caucho; algunos pesticidas como el diazinon o el imazapyr; y la presencia de la benzoilecgonina, que indica la presencia de cocaína. También buscaron algunos medicamentos farmacéuticos en el agua y rastros de otras drogas como la heroína o la metanfetamina.
La investigación señala que estos contaminantes podrían llegar a ser inhalados por las personas, especialmente en los aerosoles de zonas más cercanas al río Tijuana, lo que resalta el peligro de este tipo de contaminación, pues advierten que en gran medida se pasa por alto el alcance de sus efectos.
"Los análisis espaciales confirman que la mayoría de las sustancias químicas medidas se concentran en aerosoles cerca del río Tijuana, lo que podría exponer a las poblaciones locales a decenas de nanogramos por hora (por ejemplo, octinoxato y metanfetamina) a través de la inhalación. Esta vía aérea pone de relieve una fuente de contaminación atmosférica que se ha pasado por alto en gran medida, lo que subraya la necesidad de reevaluar los riesgos para la salud en las regiones costeras a medida que la contaminación mundial del agua sigue aumentando", advirtió el estudio publicado en Science Advances.
En Chihuahua, investigadores de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez también analizaron la presencia de fármacos en aguas residuales para desarrollar métodos que lleven a su saneamiento. La investigación publicada en la Revista Especializada en Ciencias Químico Biológicas TIP, señaló que estos compuestos llegan a los cuerpos de agua principalmente por las descargas de las plantas de tratamiento de aguas residuales existentes que no cuentan con sistemas para eliminar estos contaminantes.
La investigación advierte que los productos farmacéuticos, clasificados como contaminantes emergentes, no causan la muerte inmediata de organismos acuáticos, pero sí pueden provocar alteraciones en su crecimiento y reproducción, con graves consecuencias a largo plazo.
"Varios estudios ecotoxicológicos han demostrado que estos contaminantes generan anomalías en los organismos acuáticos, hormonas como la estrona y el 17-β-estradiol provocan feminización, antibióticos como la penicilina, las sulfonamidas y las tetraciclinas generan resistencia a las bacterias patógenas, al igual que los desinfectantes y antisépticos como el triclosán, que también actúa como biocida", detalló el análisis.
Por este motivo, la investigación propone el uso de humedales construidos como un método de bajo costo y energía para eliminar fármacos como el naproxeno o el ibuprofeno del agua. Si bien este método es prometedor, el estudio también advierte que su efectividad puede estar limitada para eliminar otros medicamentos, y que se necesita una gran cantidad de espacio para que sean efectivos.
"El agua fluye hacia el humedal junto con la adición de afluentes de aguas residuales y las precipitaciones reducen la concentración de contaminantes por dilución, pero también disminuyen el tiempo de retención hidráulica, lo que a su vez reduce la masa de contaminantes que se debe eliminar", propuso el estudio.
Los investigadores afirmaron que esta es una técnica de bajo costo que podría ayudar a limpiar las aguas residuales en plantas de tratamiento, de igual forma que incluso podrían utilizarse como puntos atractivos y económicos para las comunidades que las rodean, además de que ayudan a controlar inundaciones y generar hábitats para la flora y fauna silvestre.
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