Coordenadas Políticas/Martín Aguilar/El pez por su boca muere

Es costumbre que las encuestas reflejan posturas, posiciones o aceptación de quién las encarga o paga.

 

Ello sucede de manera especial, cuando se trata de procesos político electorales, con el fin de medir los índices de popularidad de los gobernantes en turno.

 

La competencia de egos, en estos momentos sucede entre dos polos opuestos, pero del mismo origen partidario.

 

Compiten por índices de popularidad y aceptación la presidenta Claudia Sheinbaum y la jefa de gobierno de la Ciudad de México, Clara Brugada.

 

En el caso de la presidenta sus números oscilan entre el 75 y 85% de aceptación, nada despreciable para los tiempos tan convulsos que se viven.

 

Por su parte, la jefa de gobierno -en medio de las tormentas que han azotado la capital-, se despertó este lunes con un 72% de aceptación, según divulgó un diario de circulación nacional.

 

Las versiones que se difunden dentro y fuera de la administración pública, son las discrepancias entre ambas gobernantes y sus equipos.

 

Tal vez esa es la razón, una lucha de egos, pero también política, como solía suceder en los momentos más álgidos del activismo político en el que militaban.

 

La consultora México Elige, se atrevió a jugar con fuego, al difundir el resultado de su investigación correspondiente al mes de julio.

 

En el Estudio Nacional de Opinión Pública, México Elige, lanzó el cuestionamiento: ¿Votaría por Claudia Sheinbaum como presidenta de México para el periodo 2030-2036?

 

La respuesta no dio pauta a interpretaciones, el 60.3% consideró con seguridad que no votaría por una eventual reelección de la mandataria; 34% respondió que sí.

 

Pero lo que más causó resquemor, por representar algo de lo que se ha especulado dentro y fuera de la 4T, es un eventual regreso a la vida pública del oriundo de Macuspana.

 

México Elige, se atrevió más: Si la Constitución lo permitiera, ¿votaría por Andrés Manuel López Obrador como presidente de México para el periodo 2030-2036?

 

La respuesta fue contundente: el 61.6%, respondió que no votaría por él; el 34.1%, declaró que votaría de nuevo por López Obrador.

 

De este resultado se desprende que el obradorato supera el 60% de rechazo entre la sociedad mexicana.

 

Se trata de un claro mensaje que debe ser aprovechado la presidenta Sheinbaum y los adversarios de Andrés Manuel y sus allegados.

 

Sheinbaum juega con las percepciones, y las encuestas que pueden justificar el deslinde que le cuesta trabajo ejecutar.

 

La clave la dio México Elige, Obrador pasó a la historia; les compete a los otros actores asumir sus obligaciones para bien o para mal. 

Share on Google Plus

About .

    Blogger Comment
    Facebook Comment

0 comments:

Publicar un comentario