Rebeca Marín
El Camellón de Álvaro Obregón es uno de los lugares donde la presencia de extranjeros ha modificado la forma de vivir para los habitantes de la colonia Roma. Elisa García Ávila, quien vive ahí desde hace 51 años, denunció que los fines de semana se imposibilita caminar debido a la concentración de foráneos. Sumado a ello, productos han incrementado los precios, el ruido y las dificultades en la movilidad.
"Los negocios están a reventar y están parados en las calles y no dejan pasar, cómo va a ser justo que uno con silla de ruedas o con bastón tenga uno que bajarse porque le tiene uno que dar el lugar a las personas que están esperando los tacos, las tortas y en otros negocios, no se vale".
Explicó que tienen derecho los colonos y los que viven en la Roma también a disfrutar de su colonia y a caminar libremente por las calles que tanto aman. La habitante, quien dijo vivir desde hace 51 años en la zona, manifestó su inconformidad con los cambios generados por los negocios de comida repletos de gente:
Antes veía la fila de bicicletas, automóviles y motocicletas y pues uno en estas condiciones no puede ni pasar, Elisa García, vecina de la colonia Roma
La mujer pidió a todos los extranjeros que habitan ya en la colonia que deben respetar para que todos se lleven bien "que nos respeten las gentes que vienen de afuera".
Explicó que están llenos los negocios de comida los cuales se extendieron a las banquetas desde que fue la pandemia hasta la fecha.
También comentó que los precios en la zona se han elevado mucho pues ahora la fruta, la verdura o lo que se quiera comprar está por las nubes y los negocios ahora tienen infinidad de productos que son extranjeros.
"Queremos volver a lo que es lo nuestro, a lo que es de México y no estoy en contra de los negocios porque al fin y al cabo el sol sale para todos pero sí creo que debe de haber un orden sobre todo los fines de semana y en las noches porque no nos dejan dormir a los que sí vivimos aquí desde que nacimos", mencionó.
La vecinos mostró su enojo por no poder caminar libremente por los parque y a pasear a los perritos "ahorita pasean perros y dejan los desechos, no todos traen bolsa y los bares en la noche son un escándalo, no podemos descansar".
Por último mencionó que la colonia cambió mucho desde hace dos años para acá pues cada ves se ven a más extranjeros en la zona frente a una población originaria prácticamente adulta mayor.
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