Fwd: La Barriada/Martín Aguilar/Nadie sabe para quién trabaja

Luego del arrancón que se dieron los morenistas para convocar a un periodo extraordinario de sesiones para retomar la agenda de desaforar a Saúl Huerta, acusado de violación y agresión sexual contra un menor de edad y a Mauricio Toledo de enriquecimiento ilícito, no fue así, ya que los diputados y senadores decidieron mejor analizar la prórroga para la entrada en vigor de la Reforma del Outsourcing, a la mayoría de los legisladores estoy les causa rabia y por eso acusaron a Ricardo Monreal de alterar la agenda legislativa para sus fines personales.

Algún pacto con el diablo debe tener el diputado Mauricio Toledo, que por enésima vez libró el juicio de desafuero que la Comisión Instructora preparó en su contra, para que responda por las acusaciones que sobre corrupción y lavado de dinero pesan en su contra.

 

La Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México ha solicitado a la Cámara de Diputados que retire el fuero al exjefe delegacional de Coyoacán, a fin de que sea presentado ante el Ministerio Público.

 

A pesar de que el dictamen está listo desde hace varias semanas, cada que la Comisión Permanente tiene que votar para que se realice un periodo extraordinario —pues el desafuero debe ser aprobado por el pleno—, algo pasa y no se completan los votos.

 

Pretextos sobran, pero cuando no es un partido es otro el que no está de acuerdo con el periodo extraordinario, con el pretexto de que la mayoría de Morena quiere meter otros asuntos en la agenda.

 

Los morenos quieren aprovechar para sacar varios pendientes ahora que tienen una abrumadora mayoría y pueden arrasar, pues a partir de septiembre próximo la conformación en San Lázaro será muy distinta, pues la oposición se recuperó en las urnas el 6 de junio pasado.

 

Una de las más interesadas en que Toledo sea desaforado para que enfrente a la justicia es Claudia Sheinbaum, quien tiene agravios personales con el exdelegado de Coyoacán desde hace varias lunas.

 

Hay que recordar que, durante su campaña por la Jefatura de Gobierno, seguidores del hoy diputado agredieron con sillas y huevos al equipo de Sheinbaum y aseguraron que, a raíz de eso, murió una dirigente local de Morena.

 

Ya son tres años que la jefa de Gobierno intenta que Mauricio sea procesado, pero el legislador ha demostrado tener más vidas que un gato, y ha escapado a todos los intentos.

 

Dicen que está nadando de muertito para llegar a la siguiente legislatura, en la que volverá a ser diputado federal, pero ahora por el Partido del Trabajo —que lo postuló por un distrito de Puebla— para librar el castigo.

 

El exdelegado basa sus expectativas en que, ahora que Morena y sus aliados perdieron la mayoría absoluta en el Congreso, el partido en el gobierno necesitará de todos los votos que pueda juntar, para que las iniciativas presidenciales logren caminar.

 

Su apuesta es que la necesidad de Palacio Nacional lo blinde en contra de la acción de la justicia, aunque, por otra parte, el voto a favor de la 4-T lo podría aportar su suplente, pero el precio subiría.

 

Y es que el PT —concretamente Gerardo Fernández Noroña— se opone al desafuero y amenaza con votar en contra de los intereses del gobierno en caso de que se proceda contra Toledo, ya que fue él quien lo invitó a unirse a ese partido.

 

Pues será el sereno, pero el chiste es que Mauricio, no tiene pacto con el diablo… o con algún jerarca del Poder Legislativo —que es lo mismo—, pero se ha escapado. 


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