La desigualdad en la CDMX provoca diferencias sociales

Rebeca Marín

La desigualdad en la Ciudad de México no sólo tiene que ver con un componente social y económico, también con un patrón territorial, las zonas más ricas se concentran donde hay buena provisión de bienes y servicios; mientras que las áreas donde se concentra la población con menores ingresos, hay carencia de servicios básicos, infraestructura y transporte. 

La zona metropolitana del Valle de México ilustra esta desigualdad extrema, por un lado se tienen alcaldías como Miguel Hidalgo y Benito Juárez, que de acuerdo con su índice de desarrollo humano son las dos con mayor nivel de desarrollo urbano; por el contrario Iztapalapa y Ecatepec, son de las municipalidades con mayor número de personas en situación de pobreza en el país, afirmó Diego Vázquez gerente de Investigación de Oxfam México.

 

 

Recordó que datos del Coneval del 2015 revelan lo anterior, y también señalan que una de cada 5 personas en situación de pobreza vivía en una de las tres zonas metropolitanas del país, como es el Valle de México, Monterrey y Guadalajara, indicó.

 

Durante la presentación del informe "el costo de la expansión urbana en México" realizado por la Coalición de la Transformación Urbana y la WRI México, se alertó que el modelo urbano actual no es sostenible financieramente a largo plazo.

 

En 2050 la mitad de las ciudades del valle de México, Mérida, Tijuana, Monterrey, Guadalajara, Reynosa, Culiacán y Tuxtla Gutiérrez, requerirían incrementar su gasto municipal del 48 al 244% para mantener el mismo gasto actual por vivienda en la provisión de servicios públicos urbanos.

 

En su participación Pablo Lazo director desarrollo urbano WRI, señaló que la densificación de periferias lejanas que no se acompañe de políticas de localización puede reducir el costo total de la expansión urbana en algunas ciudades, pero no en todas.

 

Sin embargo, en este escenario las familias incurren en mayores costos anuales de desplazamiento, lo que afecta a los grupos más vulnerables. Por lo que se debe acercar la vivienda a los centros de trabajo.

 

Los ponentes advirtieron que las principales ciudades mexicanas están en grave riesgo por su crecimiento expansivo y desordenado, el cual ya le cuesta al país más del uno por ciento de su Producto Interno Bruto (PIB) y es "insostenible a largo plazo".

 

De no realizar los cambios urgentes al actual modelo de crecimiento de las ciudades, los sectores sociales más precarios tendrían servicios básicos cada vez más deficientes y estarían especialmente expuestos a los efectos del cambio climático.

 

Y el cambio climático va seguir generando fuertes impactos tanto por inundaciones y falta de abastecimiento de agua o de energía eléctrica, como por los costos en el bolsillo familiar del día a día por los desplazamientos diarios al trabajo y la escuela.

 

En el análisis del crecimiento de dichas urbes, se toman en cuenta elementos como los costos de construcción de la vivienda y su urbanización, las emisiones derivadas del proceso constructivo, los gastos de desplazamiento de los habitantes y el costo de provisión de los servicios básicos.

 

Entre los principales hallazgos del informe se encuentra que los costos de provisión de los servicios urbanos que requieren las grandes ciudades al crecer de forma horizontal, sumado a los gastos que hacen las familias que viven a grandes distancias de sus trabajos o escuelas, ya equivale al uno por ciento del PIB.

 

Se comentó que la solución a este problema pasa en gran medida por una intervención del Estado, a través de subsidios, para que las inmobiliarias incluyan ofertas asequibles en zonas interurbanas, cerca de los centros de empleo y estudio. 

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